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viernes, 15 de agosto de 2014

T I E R R A


"ALMUERZO DURANTE LA COSECHA 1875"
De Daniel Ridgway Knight




 "¿Me preguntáis por la sabiduría de la tierra? Creo que esta sabiduría sólo puede resumirse diciendo que se deriva de la total complicidad entre el hombre y su entorno, de la intimidad constante entre el individuo que habita un determinado lugar y todos los componentes de dicho lugar. El hombre de la tierra llega a conocer tan bien su medio natural que evita tanto como puede entrar en conflicto con éste, y conoce todas las lecciones que puede extraer de dicho entorno para todo tiempo  y circunstancia de la vida". 
(Sacado del libro "Palabras Celtas" Seleccionadas y presentadas por Jean Markale)


Muchas veces me he preguntado: Si la tierra pudiera hablar, ¿qué diría del paso del hombre por ella? Me temo que no saldríamos muy bien parados.
Desde el principio ella nos acogió. En sus bosques encontramos la sombra, el cobijo de los árboles. De ellos sacamos la leña que nos dió el calor y la luz, y algunos frutos. En sus montes encontramos animales con los que alimentarnos.
 Tiempo después, preñada de semillas, agua y rayos de sol, su vientre se abrió  y cubrió los campos de trigo, cebada... nuestro alimento. Así año tras año, estación tras estación. Hasta que llegaron hombres que no tuvieron suficiente con lo que la tierra les daba a cambio de su esfuerzo. Se les ocurrió que podían arrancarle, no sólo lo que ella les ofrecía para saciar el hambre de su estómago,  que podían exprimirla más, hasta "engañar" su insaciable hambre de dinero. Hundieron sus garras más profundamente en ella, arrancándole sus minerales, exprimiendóle hasta la sangre, que brotó en forma de petróleo. Quemaron sus bosques, contaminaron sus ríos. Expulsaron con violencia de su lado, a aquellas tribus que habían conseguido vivir en comunión con ella.
Ella cada vez daba más y algunos seres ¿humanos?, a cambio, cada vez la cuidaban menos.
Si la tierra pudiera hablar... Quizás sólo brotaría de su cascada garganta un enorme, profundo grito de dolor.



"ENCUENTRO CON LOS NATIVOS HOSTILES 1855"
De Thomas Baines 


5 comentarios:

  1. Esto es una prueba porque me han comunicado que han intentado enviarme varias veces un comentario, y el sistema se lo traga. A ver si ahora funciona.

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  2. Ahora sí.

    Te decía que tratamos muy mal a la madre Tierra y no tenemos otra. Los pueblos andinos consideran a la Pacha Mama, la madre Tierra, como a un ser vivo. Pues...tenemos irritada a la madre Tierra.
    Me gusta la ilustración de arriba, sobre todo el niño bajo el paraguas.

    Un abrazo, Conchi.

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  3. Ayer vi un reportaje de unos científicos japoneses que se han estado dedicando a estudiar las posibilididades que hay de vivir en la luna, los recursos que puede tener ésta para el ser humano. Incluso ya han diseñado el prototipo de viviendas que se podrían construir alli. Me parece interesante explorar nuevos mundos, pero lo que no entiendo es por qué no se cuida lo que ya tenemos. Porque quizás no todo el mundo quiera ir a la luna o a otro planeta a vivir.
    Me ha llamado la atención el título del segundo cuadro que he elegido para esta entrada: Encuentro con Nativos "Hostiles", me pregunto por qué los consideraban hostiles ¿porque intentaban defender su territorio? ¿No hay más hostilidad en los que colonizan un lugar sin respetar lo que hay ahí y, sobre todo, a aquellos que lo habitan?
    Deberíamos reflexionar sobre ésto.
    Saludos, Abejita.
    Me alegro que se haya arreglado el problema técnico. A veces las máquinas parecen actúar por su propia cuenta.

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  4. Hostiles porque estorbaban a sus intereses. Es la triste historia del colonialismo.
    Un abrazo, amiga paseante.

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