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jueves, 19 de noviembre de 2015

D E P E N D I E N T E S


"Un Rincón Soleado en Holanda"
de Charles William Bartlett


Una de las acepciones que el Diccionario de la Real Academia da para la palabra Depender es: Vivir de la protección de uno. Cuando se habla de Dependencia todo el mundo piensa en ancianos, o en personas con alguna discapacidad.   Pero si piensan detenidamente en el significado de esta palabra  ¿ustedes conocen a alguien que, en algún momento de su vida, no haya dependido de alguien? Veamos: Nada más nacer dependemos de nuestros padres, o en caso de perderlos a tan temprana edad, de cualquier adulto que nos alimente, vista, asee. En fin, que cuide de nosotros. Cuando tenemos unos añitos, vamos al colegio y dependemos de nuestros profesores para que nos guíen por el camino del conocimiento. Más tarde, dependemos de quien nos da un trabajo con el que ganarnos la vida. Según nos hacemos mayores, los achaques de la edad nos obligan a depender, cada día más, de alguna persona que cuide de nosotros. Eso, sin contar las enfermedades que podamos contraer a lo largo de nuestra vida. En cuyo caso, dependeremos de médicos, enfermeras, cuidadores, y una largo etcétera. Pero es que, además, dependemos continuamente, nada más salir de casa, de unos cuantos profesionales que nos vayan solucionando problemas o cubriendo necesidades cotidianas. Dependemos del que nos hace el pan. Del que nos lleva el butano. Se depende de la persona que va a algunos hogares para hacer las labores. Entonces yo me pregunto ¿por qué no se da la verdadera importancia, el verdadero protagonismo, por qué no se pone interés y medios suficientes para llevar a una realidad eficiente  las leyes que tienen que ver con la Dependencia?
No entiendo que se reserven miles de millones de euros en algunas partidas totalmente secundarias,  y no se trate, con seriedad y eficiencia, de cubrir esa  necesidad de primera que todos hemos tenido, tenemos o tendremos en algún momento de nuestras vidas: la de depender de otros. ¿Cómo desde los cerebros de algunos políticos se puede, siquiera imaginar, que otorgando una hora u hora y media diaria se puede atender a una persona mayor, o con una discapacidad física?
La primera vez que hablé con un hombre con un puesto de cierta responsabilidad en los Servicios Sociales, me defendió la teoría de que diez minutos eran suficientes para que una persona mayor desayunase. 
Claro que sí -le dije yo con toda la ironía que en ese momento pude sacar- y con menos tiempo, también, si se le mete el café con leche y las galletas por vena.
Por si esto fuera poco, en el tema de la Dependencia también se da la picaresca. ¿Sabían que si una persona dependiente tiene, pongamos por ejemplo, derecho a que se le atienda durante una hora, se hará de manera diferente si esa persona es obesa o delgada? Les voy a explicar: Si una persona es delgada, se entiende que un sólo cuidador podrá manejarla. En el caso de que sea gordita, se da por hecho que harán falta dos personas, así que en lugar de una hora, se le atiende sólo durante media hora. Es decir se divide la hora entre las dos personas que le cuidan. Con lo cual, esa persona dependiente, por el simple hecho de tener unos kilos más que otras personas con sus mismos problemas de movilidad,    está recibiendo, sólo, media hora de atención. ¿A ustedes ésto les parece lógico?
Imagínense que a un joven con deficiencia auditiva se le dijera que, como su tutor tiene que esforzarse más con él para que le entienda correctamente, en lugar de recibir clases de una hora, como el resto de alumnos, sólo tuviera derecho a recibir clases de media hora. ¿No les parece de locos?
Ya se huelen las Elecciones Generales, por eso la palabra Dependencia se oye más a menudo. Se habla de crear nuevas leyes para cubrir todas las necesidades de las personas dependientes. Me pregunto cómo no lo han hecho ya con el tiempo y, sobre todo, con las enormes cantidades de dinero que han estado manejando. 
Antes he dicho que, todos, en algún momento de nuestra vida hemos sido, somos o seremos dependientes de alguien. Teniendo en cuenta lo mucho que ustedes, señores  políticos, dependen de los votos de los ciudadanos, ¿no les parece que ya va siendo hora de que dejen de jugar con la palabra Dependencia, se pongan las pilas de una vez, y empiecen a poner el dinero, el que ustedes mangonean sin ser suyo, y lo utilicen para cumplir, como es debido, con la tan maltratada Ley de Dependencia?






2 comentarios:

  1. Y tan maltratada, la han minimizado tanto que no sirve para nada. Diez minutos, qué poca vergüenza. Pero dan un sucedáneo de asistencia para que la gente se crea que los dependientes están asistidos. Los que viven ajenos al problema, claro. Seguirán votando a estos partidos que hacen tanto por los dependientes, pobres.

    Un abrazo, amiga caminante.

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    1. Cuando lees las ayudas que tienen en otros países y lo comparas con lo que tenemos aquí, te da vergüenza. Siempre hay quien piensa que es porque en otros lugares se pagan más impuestos. Si lo hacen es porque también sus salarios son mucho mayores. Pero es que además, en su caso, pueden pagarlos sin que les duela el alma, porque allí sí se utilizan dichos impuestos para lo que se tiene que utilizar.
      Hace un tiempo alguien me dijo una frase que se me ha quedado grabada, y que voy a transcribir aquí literalmente, y con letras grandes, a ver si a los responsables de todo este abandono, les entra de una vez por todas por los ojos.
      LOS SERVICIOS SOCIALES NO SON UNA LIMOSNA. SON UN DERECHO.
      Gracias por dejar aquí tu opinión.
      Un abrazo.

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