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lunes, 6 de junio de 2016

PALABRAS CON SABOR A GALLETA

Imagen sacada de Internet


En cada país, en cada cultura, hay una manera diferente de agasajar a una persona que puede ser importante para el que recibe el agasajo . En todas esas formas hay un elemento común: el amor. Hace un tiempo una amiga que había asistido a una conferencia sobre costumbres en Japón, me explicaba que le había llamado la atención el hecho de que en ese país, cuando alguien regala algo a una persona especial, pone todo el cuidado del mundo en el envoltorio del regalo. Elige con interés el papel con el que va a envolverlo, y lo hace además, poniendo lo mejor de él o ella. Ya desde el exterior se quiere demostrar que la persona que da el presente, ha cuidado el mínimo detalle porque la persona a la que se lo da, es importante. En el caso del agasajado, para agradecer ese mimo que recibe, abre el paquete también con sumo cuidado, sin romper el papel. Lo importante, quiere decir con ese gesto, no es el regalo en sí, sino la dedicación que quien lo da ha puesto en él.

Hace unos días recibí por sorpresa la visita de una buena amiga, si ya esa presencia era para mí un regalazo, resulta que no era el único que iba a recibir la tarde de su llegada. Me traía varios dulces, entre ellos una caja de galletas hechas por su madre. Galletas caseras salidas de las manos de una madre ¿se imaginan un regalo mejor? Al abrir la caja, salió un aroma a nata y azúcar que se apoderó de todos mis sentidos. Junto a la caja, iba una bonita postal adornada con unas flores de color lila, que preferí leer con tranquilidad a solas. Una postal escrita con letras todas iguales, formando frases que no se torcían ni un milímetro. Una postal llena de armonía, cariño y belleza.
Tras pasar una bonita tarde juntas, mi amiga tuvo que regresar a su casa. Entonces aproveché, en la soledad del momento, para coger la  postal y comenzar a leer su mensaje.
En estos tiempos de whasapps, amails y otros artilugios, recibir una carta escrita a mano, es un placer. En estos tiempos de cartas comerciales, llenas de frases prefabricadas queriendo demostrar un interés por el receptor que en algunos casos, suena a falsete, recibir una misiva llena de cariño, es sin duda un gran regalo. En estos tiempos de facturas, recibos bancarios u otras reclamaciones, recibir una carta llena de palabras que dan en lugar de exigir, es todo un privilegio.
Si la carta recibida es una recompensa, la no recibida aunque siempre esperada, puede ser, como dice el poeta Ángel González en su poema "Todo Amor es Efímero" de su libro Antología Poética, un arma mortal.

¿Sabes que un papel puede...?

¿Sabes que un papel puede cortar como una navaja?

Simple papel en blanco,
una carta no escrita

me hace hoy sangrar.

(Ángel González)

Llevo  la postal de la madre de mi amiga, desde el día en que la recibí, dentro de mi bolso.Cada vez que busco en su interior algo práctico que necesito en el momento, mis manos se topan con el sobre, y no puedo resistirme a volver a abrirlo, como si fuera nuestro primer encuentro, y leer por enésima vez su contenido. Mientras mis ojos recorren esas palabras se produce una curiosa transformación en alguna de las partes de mi cuerpo. Mi boca segrega saliva, como si estuviera regodeándose ante la promesa de un futuro y exquisito banquete. Mientras, mi nariz comienza a moverse, al percibir en el aire, un aroma embriagador a nata y azúcar.


10 comentarios:

  1. Quizá deberíamos volver a las cosas ciertas para reconducir lo que nos está pasando.

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    1. Hay sabores, olores que al elevarnos nos devuelven a las pequeñas cosas terrenales. Nos hacen valorar lo importante.
      Saludos, Pedro.

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  2. Qué envidia recibir un regalo así. Me ha parecido oler a galletas y,al mismo tiempo, oía el crujir del papel.Yo soy loco primorosa, por eso lo valoro más.
    La amiga de caminos se iba a Vadillos, a su casa y lo dijo. No fue su intención despedirse a la francesa.
    Besos

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  3. Qué envidia recibir un regalo así. Me ha parecido oler a galletas y,al mismo tiempo, oía el crujir del papel.Yo soy loco primorosa, por eso lo valoro más.
    La amiga de caminos se iba a Vadillos, a su casa y lo dijo. No fue su intención despedirse a la francesa.
    Besos

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    1. Desde que conocí la historia, me fijo más en los envoltorios, y es verdad que cuando lo haces, te das cuenta que hay paquetes que están hechos con verdadero cariño.
      Te entendí perfectamente cuando te despediste, el aire se estaba cargando.
      Un abrazo grande.

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    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Creo que la gente se está dando cuenta que la bollería industrial es poco menos que un sacrilegio para la salud, y del sabor no digamos.
    Que hay gente joven se está aficionando a cocinar, y regalar sus galletas o lo que sea. En cuanto a lo de escribir a mano...

    Abrazos.

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    1. Los ingredientes naturales nos llevan a sabores del pasado, que no sé si serían mejores, pero se recuerdan con cariño.
      En cuanto a escribir a mano, a mí me gusta. Cuando escribo una carta para alguien especial, suelo hacerlo con una pluma que tengo desde hace tiempo. Con ella pasa lo mismo que cuando saboreas las galletas naturales, el tiempo parece detenerse.
      Un abrazo.

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