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miércoles, 1 de junio de 2016

EN LA CASA

"El Nuevo Pretendiente"
De Eugene deBlaas


Los cuadros de Eugene de Blaas están llenos de vida. En ellos el pintor refleja escenas cotidianas. Sus protagonistas suelen ser mujeres de varias clases sociales.  En sus cuadros hay una gama de colores, todos ellos utilizados con sabia armonía.
Eugene de Blaas (24-Vll-1843/10-ll-1932), nació en Albano (Roma). Sus padres eran austriacos. La vena pictórica le vino por parte de padre, que era también pintor.
En el cuadro que encabeza esta entrada, titulado "El Nuevo Pretendiente", la escena tiene tintes casi cómicos. Un hombre joven, cuya sencilla vestimenta, (aunque para él será la mejor y más acertada para la ocasión),  da una pista de su clase social, llama a una puerta. Una mujer le abre. Desde esa abertura, el joven puede contemplar la escena que dentro de la casa protagonizan tres mujeres. Una de ellas, la que está de espaldas a la puerta de la calle, está sentada en una silla de mimbre, pero su cuerpo no reposa en ella. Más bien se diría que está en tensión, pero es una tensión grata. Su brazo derecho, extendido hacia atrás. El izquierdo se alza con la mano abierta, dispuesto a soltarle un buen guantazo a la mujer tiene frente a ella. La fémina amenazada, alza a su vez su brazo derecho en un gesto que parece una mezcla de defensa y protección. Su cuerpo se inclina hacia la cuarta mujer, que está sentada al lado de ella y que contempla la posible pelea, con una sonrisa irónica. Ésta última tiene las piernas estiradas y sus brazos descansan sobre el regazo.
Mientras, la mujer sentada en medio, sostiene con su mano derecha un trozo de tela blanco, y cuya mayor parte reposa sobre una silla.
Ha llegado el pretendiente, que a mí me parece que es el de  la mujer que está sentada más cerca de él, y de cuya situación no parecen ahorrarse bromas las otras dos. Aunque pensándolo bien, la pretendida podría ser la mujer que le ha abierto la puerta.
La habitación, sencilla pero armoniosamente amueblada, está llena de luz. En ella hay actividad. Tres mujeres se han reunido para coser y, de paso, ponerse al día de sus asuntos. La irrupción del joven, les ha terminado de romper la rutina, y les ha llenado de alegría.
Hay luz en los vestidos de las tres mujeres. Luz que reposa en las paredes de la estancia. Luz en los rostros de los protagonistas de la escena. Es un día de luz porque ha aparecido un pretendiente vestido de domingo.  La actividad cotidiana se olvida por un momento, para dejar que toda la luz entre en la habitación y la inunde.

Hace unos días una amiga me comentaba una película que había visto hacía tiempo, protagonizada por uno de sus actores favoritos, Fabrice Luchini. Uno de esos actores cuyo físico no llama especialmente la atención, pero que tiene algo que atrae en cuanto aparece en escena, y que es capaz de dar versatilidad a cualquiera de los personajes que interpreta. La película era "En la Casa".
Fabrice Luchini
(Imagen sacada de Internet)

Lo curioso es que cuando empezó a contármela, le dije que no la había visto. Fue al comentar que el cine francés ha dado películas buenas frente a otras que han sido excesivamente lentas, cuando me decidí a relatar una de las películas que me habían parecido de éste último grupo, es decir, lenta. Entonces se produjo una situación curiosa. Según iba contando mi película, ella fue reconociendo, pero sólo por momentos, la que hacía tan sólo unos minutos me había estado describiendo con admiración. Las dos estábamos hablando de la misma película, y sin embargo, parecía que hubiéramos visto películas totalmente diferentes.
El argumento era el siguiente: Un joven se inmiscuye en la casa de un compañero de clase. A un profesor, éste joven le llamará la atención por dos motivos: las redacciones que hace, y lo introvertido y observador que es ese joven. Precisamente de ésta última fuente, la observación de todo y todos los que le rodean, es de donde mana la inspiración para sus redacciones.
Siempre recordaré la, para mí, larguísima escena en la que el joven se queda observando la fachada de una casa.
Lo mismo ocurre con la pintura. Cada uno saca su propia conclusión de la escena que el pintor ha plasmado en el lienzo. A cada persona le llama la atención un detalle distinto, un diferente personaje. Supongo que al final, lo que prevalece es el recuerdo de lo más bello. Y hay tanta belleza por ver... Disfrútenla.



P.D. Hablando de belleza, cada estación viste la tierra y las aguas de diferentes tonos de luz y color. El cielo también cambia, llenándose en cada época de diferentes tipos de aves. Hoy me he percatado de que están aquí de nuevo,  mis amigas las golondrinas. Con ellas el cielo cambia. Nos anuncian el cercano verano. Así que he decidido cambiar también el fondo de mi blog. Espero que les guste.


6 comentarios:

  1. Golondrinas, vencejos y amapolas. Ya está todo en orden, de nuevo. O en desorden ameno.
    La película no la he visto. Me la apunto.

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    1. Me gusta más eso del desorden ameno, es mucho más tentador.
      En cuanto a la película que comento,en algunos momentos me recordó a las novelas de Patricia Highsmith, por los personajes de psicología complicada.

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  2. Las chicas bromean. Mira ahí está tu novio. Pronto vas a saber qué hacer con tanta sábana. Calla o te doy una...Es un cuadro alegre. Un cuadro que ríe. Como dices, cada persona que accede a una obra de arte ve algo distinto.
    Besos amiga caminante.

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    1. Me encanta la historia que has creado con la imagen. Es una escena llena de vida, de risas, de ilusiones, de proyectos para el futuro. Y todo ello envuelto en luz y color.
      Un abrazo grande, compañera de paseos.

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  3. A mí me da pena cada vez que nos despedimos de una estación...ahora ya huele a verano, y la primavera se va alejando...lo bonito es que vienen otros momentos, a invadir nuestro tiempo...acompañados de esas golondrinas...En mi casa se han hecho un nido, y estoy muy contenta...espero ver pronto a sus crías.

    El cuadro precioso...y lo que cuentas de "La Casa"...¡¡qué bonito tener distintas visiones de una misma cosa, y no ser conscientes de que se habla de lo mismo!! Intentaré verla...a ver si me quedo ensimismada admirando esa casa, como el personaje/actor.
    Un abrazo y feliz tarde

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    1. Cada estación tiene su encanto. Para mí lo más difícil es cuando te has acostumbrado a esas tardes largas de luz y calor, y luego viene el otoño con sus noches cada vez mas tempranas. Pero aún así los tonos, los olores de cada momento merecen la pena.
      La película hace tiempo que la vi. Espero que la localices y la disfrutes. Un abrazo.

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