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domingo, 27 de septiembre de 2015

LLAMAS CONTENIDAS


Hermanas Brontë
(Imagen sacada de Internet)


Acabo de terminar la novela "Todo ese Fuego", en la que su autora Ángeles Caso relata la vida de estas tres hermanas: Charlotte, Emily y Anne Brontë . Tres mujeres que, de haber nacido en otra época, hubieran tenido en vida el reconocimiento que merecían. Cada una tiene su personalidad como es lógico, pero tienen también algo en común: su pasión por leer, por aprender,  y, sobre todo, por escribir. Ésta última deben ocultarla como si de un pecado se tratara. En el siglo IXX, de las hijas de un clérigo sólo se esperaba que ayudasen  a su padre en la parroquia hasta que el día de su matrimonio, meta para la que debían haber sido educadas, llegase. Pero es que en el caso de estas hermanas ese día no parecía querer llegar. Lo tenían todo en su contra. A su falta de belleza, había que unirle el poco interés que ellas ponían en resultar atractivas a los ojos de cualquiera que se les acercara. Pero es que además ellas no habían recibido una educación como el resto de las jóvenes. Su padre se había preocupado de "amueblar" debidamente sus cabezas con el conocimiento. 
Alentó el genio de sus hijas y les enseñó a ser independientes de los hombres y libres de espíritu.
Desde el principio de sus vidas, estas tres mujeres tienen como compañera de camino la muerte, quien les arrebatará primero a su hermana María, después se llevará a su tía Elisabeth , y seguirá haciendo notar su guadaña según va pasando el tiempo. Esa implacable presencia, al igual que la del duro paisaje de los páramos, envuelto en vientos y hielo, que recorrerán con sus grandes zancadas, irán tallando la fuerte personalidad de estas tres mujeres.
Llama la atención el sereno tono de Ángeles Caso al contarnos esta historia. Serenidad que se tornará en fuerza, en puro fuego, cuando hable de las renuncias que por el hecho de ser mujeres, tienen que hacer las tres hermanas Brontë. Pero hay algo que nadie puede quitarles: su pasión por escribir. Lo hacen a escondidas de su hermano Branwell, que por el hecho de ser el varón de la familia, tiene todas las facilidades para adquirir una buena educación, saliendo incluso fuera de su hogar para completarla, y que quizás por esas facilidades que su condición de hombre le otorga, no le da importancia a su privilegio, y lo va tirando todo por la borda.  Pero también tienen que ocultar sus escritos a su padre, al que no dan conocimiento de ellos hasta que han conseguido publicarlos bajo seudónimo.
¡Qué rabia!, que rabia da ver que personas de tanta valía no pueden disfrutar de los frutos que su potencial les da. Ni siquiera pueden ser libres, como la misma Charlotte reconoce: 
Las alas que siempre ansiaban desplegarse obligadas a encogerse sobre sí mismas una y otra vez, convirtiéndose en muñones inútiles y horrendos. Las absurdas alas del espíritu rebelde de las mujeres.
Emily también expresa esa asfixia que las normas sociales de la época les hace sentir.
... detestaba que todas esas bobadas la afectasen, la sensación de que alguien podía estar vigilando tus pasos y criticarte por hacer cosas poco adecuadas para un dama, correr por los campos, levantarte demasiado las faldas para atravesar un arroyo, cantar a gritos una canción alegre o dejar que la lluvia te empapara el pelo en verano, cuando el aguacero rompe a veces el calor del día y desciende feliz sobre la tierra, como un regalo inesperado de los dioses.
He dicho anteriormente que en la vida de estas mujeres hay una serie de constantes presencias. Algo que se hace también patente durante el recorrido de sus vidas es el Amor. El amor entre las hermanas, y de ellas hacia el elegido por sus corazones. Elegido que no siempre es el más acertado, así son las cosas del corazón.
No quiero dejar de nombrar a un personaje que, aunque aparentemente secundario, va a tener importancia en el proceso creativo de Emily. Hablo de Tabitha Ackroyd, la asistenta que los Brontë tienen en su casa, y de cuyas historias de fantasmas, se alimentará parte de sus "Cumbres Borrascosas".


Las frases que he puesto con letra cursiva, las he sacado de la novela "Todo ese Fuego" de Ángeles Caso.


Puesto que de libros y su lectura he hablado en ésta, como en otras muchas ocasiones, me van a permitir que, como lectora, dirija desde aquí una queja a los Editores. Mi queja tiene que ver con el excesivo precio de los libros. No entiendo que, por norma, el precio medio mínimo de los libros sea de 20€. Y lo que todavía entiendo menos es que no se saque a la venta al mismo tiempo que la edición en tapas duras, que es la más cara, la de bolsillo. De esta forma podrían tener también acceso a las novedades aquellas personas que, como yo, no tienen sueldos de ministro. 
Si no han tenido ningún problema en sacar a la par la edición de tapas duras y la edición de libro electrónico, ¿por qué tanta reserva en sacar junto con estas dos, la edición de bolsillo? Les recuerdo señores editores que la cultura es un derecho, no un privilegio. No entiendo el porqué de esa insistencia en tratar un libro exclusivamente como si fuera un artículo de lujo. Si lo que pretenden es ahorrar costes, deberían seleccionar más los títulos editados, y no intentar  imponer a libreros y lectores, cosas ilegibles por su falta de calidad e interés. Esto último que expongo no me lo invento, hasta la genial Penélope Fitzgerald lo denuncia en su maravillosa novela "La Librería", (página 70 en la edición de Impedimenta). Novela que no me cansaré nunca de recomendar.
 No sé si algún editor se asomará a esta ventana, si es así, le agradezco de antemano el que se tome interés en leer lo que aquí expongo, y espero que en la medida de sus posibilidades, lo tenga en cuenta.  
Si hay algún lector o librero que se sienta identificado con mi queja,  y tiene la posibilidad de hacerla llegar  a algún editor, le estaré inmensamente agradecida de que lo haga. 
La cultura es un bien de todos.
 

 
 

8 comentarios:

  1. La historia de estas hermanas siempre me interesó mucho. Una vida muy dura la suya pero tuvieron la luz de la cultura y el conocimiento. El internado de Jane Eyre fue un infierno real que no sólo literario. Me las estoy imaginando corriendo por el páramo, levantándose las faldas para salvar un arroyo,cantando, leyendo y cuidando del hermano varón, el menos fuerte.

    En cuanto a lo que dices del lujo, es así y me temo que no tenga arreglo. Los que compramos libros sabemos que tenemos que esperar un tiempo para que los 20 euros del mamotreto duro se conviertan en los 10 euros, o menos, para adquirir un libro más pequeño, más blandito y más cómodo.

    El libro de Ángeles Caso tiene muy buena pinta.

    Besos, amiga caminante.

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    1. Ese es el problema, que para adquirir el libro a un precio más al alcance de todos hay que esperar ¿por qué? Muchos de los libros que ponen en la edición cara, están editados con letra grande y grandes márgenes, para rellenar más hojas y justificar un precio injustificable. No es el continente lo que hay que cuidar, sino el contenido.
      Me gusta la manera de narrar de Ángeles Caso. Conocía muchas cosas de estas hermanas, pero he sabido otras. Si el dinero que se malgastó la familia en el hijo, lo hubieran distribuido entre las hijas, su vida hubiera sido muy distinta. Que injusticia que se tenga privilegios por el simple hecho de ser varón. Y en ese aspecto, aún seguimos cayendo en la misma piedra.
      Un abrazo grande.

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  2. Un libro que me había pasado desapercibido. Gracias por ponérmelo encima de la mesa.

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    1. Este libro es de esos que yo llamo de lectura serena, según vas avanzando, te va trasladando a tiempos y lugares lejanos, suavemente. Pero hay fuerza, pasión en la palabra de la autora cuando toca temas que, aún hoy, siguen siendo de reivindicación.
      No pierdas de vista a la otra autora que menciono, Penelope Fitzgerald, de la que hace poco comenté la última novela que se ha publicado de ella. Me estoy releyendo "La Librería". Si me gustó la primera vez, ésta, me tiene asombrada con qué facilidad muestra la miseria humana. Lo que son capaces de hacer algunos para que la cultura no llegue a quien no les interesa.
      Gracias por tu visita, Pedro. Un abrazo.

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  3. He leído algunos libros de Ángeles Caso y me gusta como escribe. Me lo apuntaré, creo que leí una biografía de estas hermanas pero escrita por Rosa Montero, donde relataba la vida de lgunas mujeres y también de las hermanas Brontë. A pesar de su difícil vida qué buenas novelas dejaron .

    Un abrazo

    Luz

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    1. Hola Luz: Conozco el libro que mencionas de Rosa Montero, era de ensayo, y sí, hablaba de varias grandes mujeres, creo recordar que entre ellas estaba también Marie Curie. Si estás interesada en la biografía de las hermanas Brontë, hay una sobre Charlotte Brontë escrita por Elisabeth Gaskell, muy recomendable.
      Precisamente las mejores novelas salen de las vidas más duras. La buena literatura, así como la poesía, se alimenta más del drama que de los momentos gratos.
      Me ha alegrado tu visita. Un abrazo.

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  4. Me atraen mucho los libros de Ángeles Caso, y este sin duda está en la lista...En casa están "Las Olvidadas", libro en el que se nota el proceso de investigación que realiza la escritora. Siento que este libro,..."todo ese fuego", viene también de un largo camino entre las escritoras Brontë y la autora. He leído en alguna de sus entrevistas, que creció su interés durante una de sus visitas a Haworth...sin duda, créeme cuando vas allí, te entran unas ganas irremediables de saber más sobre ellas, y conocer los entresijos de su vida. Entiendes que se refugiaran en la lectura, y de donde surgen sus historias...
    Estando en Bruselas, ciudad en la que vivieron Emily y Charllotte, fui más consciente de sus caminos, de sus elecciones en la vida, y de la necesidad de hablar, de chillar...y gritar al viento...la experimentación de lo que vivían...
    Tengo muchas ganas de leerlo, pero me aguantaré hasta que salga la edición de bolsillo...son más cómodas y más económicas...
    Un abrazo y gracias por tan bonita entrada...

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    1. Yo nunca he estado en Haworth, sólo he estado con ellas a través de sus novelas y después, según iba leyendo la novela de Ángeles Caso, me daba cuenta de que en cada línea que ellas escribían estaba parte de su vida, de sus angustias, de sus miedos, de toda esa represión que sufrieron cuando estuvieron en aquel horrible colegio que les tocó sufrir. Pero también estaban sus ansias de libertad, de conocimiento, sus ganas de expresarse, o de gritar, como tú dices, para que el viento se llevara sus voces y pudieran oírlas en todas partes.
      Para mí leer Jane Eyre fue doliente y maravilloso a la vez. Cuanto talento se ha ido perdiendo a través de los siglos por el simple hecho de que quien lo poseía era una mujer.
      Seguro que cuando lo leas, lo disfrutarás.
      Un abrazo.

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