Mi lista de blogs

domingo, 20 de septiembre de 2015

CONTRA CORRIENTES

Salmón 
(Fotografía sacada de Internet)


Se acerca el otoño. Cambia la luz y cambian los colores que nos rodean, incluso los de los escaparates de las tiendas de ropa. Como cada año a través de lo que en ellos se expone, nos indican las texturas, las tallas, las formas y tonos que debemos llevar. Me llama la atención que hay un color en el que, ya desde hace varios años, se insiste en mostrarnos como color de temporada: el negro. A estas alturas ya no puedo creer en la inocencia de los creadores de moda y de sus sugerencias. Sobre todo habiendo visto el daño que muchos de ellos, con su estúpida imposición de unas determinadas formas y tallas, han hecho. Así que me pongo a pensar el porqué del color negro.  Y me viene a la mente que hace muchos, muchos años, este color se utilizaba para los uniformes de las personas que trabajaban en el servicio de las grandes mansiones. Con él se intentaba convertir a esas personas en invisibles. No eran más que parte del mobiliario de la casa donde trabajaban. Y me pregunto: ¿será eso lo que intentan? Estarán conmigo que no hay mejor manera de ignorar, hasta anular como individuo a una persona, que haciéndole "uniforme". Todos con la misma forma, con el mismo color.
La naturaleza, como vieja sabia que es, siempre nos enseña, y en este tema también podemos recurrir a ella.  Hace unos días ojeando un libro, me encontré con un pez que siempre me ha llamado la atención: el salmón. No sé si sabrán que es un pez marino y también de agua dulce. Su nombre viene de la antigua Roma. Se le atribuye la capacidad de volver al mismo sitio donde nació para reproducirse. Una gran mayoría de ellos remontan la corriente donde nacieron. Su fino sentido del olfato le orienta y reconoce la química de su río natal. Lo que más me gusta de él es que nada contra corriente. Para mí tienen una gran belleza los saltos que llega a dar fuera del agua. Es capaz de "volar" durante unos segundos, para intentar esquivar la fuerza de las corrientes que pueden alejarle de su meta.
En la otra punta, en cuanto a comportamiento se refiere, tenemos al besugo. El besugo vive formando bancos de peces y a medida que aumenta su edad, se le localiza en lugares cada vez más profundos y arenosos. Aprovecha los desplazamientos de la marea para acompasarse a su ritmo. 

Siempre me ha dado un cierto repelús lo de las "tendencias". Eso de que me digan cómo he de ir vestida, qué tengo que comer, leer o escuchar, me pone nerviosilla. Porque empiezan por ahí y acaban inculcando formas de pensar. Y eso sí es peligroso.  Debe ser por eso que cuando me dicen que el negro es el color de moda, yo me pongo de rojo. Si dicen que se lleva el pelo liso y teñido, yo defiendo a capa y espada mis canosos rizos. Y cuando oigo voces que dicen que las personas que huyen de su país en guerra son gente vaga, escoria. Además de no creer ni una sola de esas palabras, intento ayudar a esas personas, aunque sea con un granito de arena. 
No me gusta la gente que se cree con derecho a pensar y decidir por mí, sea cual sea el tema de debate. Aun a riesgo de quedarme más de una vez sola, he decidido nadar contra ciertas corrientes. 
Lo de hacer el besugo, se lo dejo a los políticos iluminados de mentes acomodaticias.




2 comentarios:

  1. El chicharro es más vago que el besugo, creo. Lo digo porque conocí a una señora nacida en puerto de mar, que decía: ese es más vago que un chicharro. Creo que se deja coger por no moverse. El besugo es un vago aristócrata, el chicharro un vago proletario. La vida nos obliga a ser salmones e ir contra corriente, tantas veces.

    Lo de la moda en el vestir, yo hace mucho que no la tengo en cuenta, me compro ropa cómoda, pantalones oscuros o vaqueros que lleguen a la cintura y no enseñe el cu..., zapatos para estar de pie, chaquetas que me abriguen pero no me asfixien cuando estoy en clase, camisetas que no haya que planchar, camisas no porque no quiero plancha, calcetines oscuros para que no me llamen escayola...y en verano bermudas azulitas o negras que van con todo. Mis uniformes.
    El pelo lo llevo con mechas, todavía aguanto sin tinte. Ahí si me rendí a la opinión de mis compas que me afeaban el lucir las canas, que tampoco tenía tantas por entonces...Tú lo tienes muy bonito.

    En cuanto a ideas, no he votado nunca a las gaviotas,por encima de mi cadáver...Pero me gusta que la gente piense tan libremente como yo.

    Bueno, dejemos lo de hacer el besugo a los políticos, como dices.

    Besos, amiga,no cambies.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No sabes como me he reído con tu entrada. Eso no quita para que reconozca que dices unas cuantas verdades. Lo que he querido expresar, no sé si lo he logrado, es que no hay un sólo color, hay una amplísima gama de ellos. Cada cual que escoja el que quiera, el que más le guste, con el que más cómodo o guapo se sienta. Eso de que te dicten "uniformes" para ser aceptado, me indigna.
      No se me había ocurrido pensar en las distintas clases sociales de los peces. Una cosa más que he aprendido.
      A mí las únicas gaviotas que me gustan son las que vuelan libres sobre el mar, aunque a veces tampoco te puedes fiar mucho de ellas, porque te pueden poner perdida en pleno vuelo.
      Procuraré no cambiar, como dices, al menos en lo poco bueno que pueda tener.
      Gracias por tener la valentía de "mojarte", aunque no seas un salmón.
      Un abrazo muy grande.

      Eliminar