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martes, 25 de noviembre de 2014

PARA OTRO AÑO



"EL BUEN SAMARITANO"
De Ferdinand Hodler"



Durante varios años estuve subiendo hasta la Biblioteca Pública de Gonzalo de Berceo cada vez que quería buscar un libro para leer. Lo hacía por dos motivos, en esa biblioteca solían tener las novedades literarias y, además, al estar lejos del centro, me obligaba a darme un buen paseo, que siempre me venía bien, por aquello de mover las piernas. Para llegar hasta allí, tenía que pasar por un Centro Cívico en cuya fachada, lucía una enorme pancarta que anunciaba con grandes letras el noble reto que, al parecer, se habían comprometido a alcanzar nuestros políticos,  de acabar con el hambre en el mundo. Lo que me llamaba la atención es que el reto se proponía a largo plazo. Ésto es, si estábamos en el año 1997, se anunciaba en dicho cartel que el hambre se erradicaría para el año 2000. Llegado este año, el plazo se extendía para el año 2003, y así fui viendo como, cada vez que cambiábamos de año, se cambiaba también el esperado año en el que, por fín, finalizaría la penuria de la hambruna para un montón de gente. El problema era que mientras tanto, los que ya estaban hambrientos, al límite de sus fuerzas, no iban a poder resistir más extensiones de plazos.
Cada vez que pasaba por ese Centro Cívico me preguntaba: ¿cuántos habrán muerto ya en el cortísimo plazo de cambiar un cartel por otro?
Hace unos días que leí en otro cartel, éste colocado en la pared de un edificio en el centro de la ciudad, en el que se anunciaba que ante el absoluto fracaso por parte de los poderes políticos en el cumplimiento del reto de atajar definitivamente el hambre en los países más pobres, era ya urgente que se intentara a nivel de ayudas y colaboración ciudadanas.
Entonces me vino a la cabeza la historia que me contaron de niña de El  Buen Samaritano, y pensé lo diferente que hubiera sido su final, si el hombre que decidió ayudar al moribundo que se encontró en su camino, se hubiera dicho: mejor, dejo el ayudarle para otro año. Y entonces se me ocurrió que podía hacer una especie de diálogo, a varias voces, sobre la pobreza, sobre el hambre, sobre la vergüenza o la indiferencia que éstas hacen sentir  no a los que las padecen, sino a los que pasan (pasamos),  incluso viven (vivimos)  cerca de ellos. Y éste es el resultado.

Volveremos
Con la palabra
Sola
Erecta como un relámpago
Tenue
Con el pan
Solo
Amasado con lágrimas
Y sangre
Derramadas
Con una simetría
De sol
Puro
Volveremos
Mañana
A unirnos al hombre
Anónimo

¿Puedo contemplar el dolor de alguien
sin sentir con él tristeza?
¿Puedo ver el pesar de alguien
sin inentar aliviarlo?
¿Puedo contemplar la lágrima derramada
sin compartir el dolor?

Observa cualquier día sus poses indiferentes, mira
Su diestro manejo de un gabán mientras
Entra en los coches, envidia del mendigo.

"Hay alguien libre", dicen muchos, pero se equivocan.
Él no es ese conquistador que vuelve,
Ni tampoco el circunnavegador de los polos.

Sino que, confiado entre horribles caídas sobre el filo de la
navaja,
Se  ha enseñado a sí mismo este equilibrado subterfugio
De un solícito perfirl, de un andar erguido.

Estremecido en la noche
Sobre mi tierra de cierzo
Y de frío
Cruel
Mi ciudad en ruinas
Alzada otra vez en el horizonte
En llamas
Con la densidad de nuestra hambre
Cotidiana


Occidente tiene una responsabilidad apocalíptica. Los gobiernos tienen que darse cuenta de que tienen que hacer actos heróicos, tomar decisiones políticas muy valientes para hacer frente al problema de la pobreza.

Si no hay compasión, la Humanidad no tiene derecho de existir.

El agua que corre siembra la vida a su paso. Del mismo modo la riqueza de un pueblo tiene que correr y dar vida donde hay pobreza.




¿Por qué dejar para mañana lo que podemos hacer hoy?


Nota: Lo versos escritos en rojo, pertenecen al poema "África" de Paul Dakeyo. Sacado del libro: "Voces Africanas".
Los versos escritos en color verde, pertenecen al poema: "Sobre el Pesar Ajeno" de William Blake. Sacado del libro: "Blake-Poesía Completa".
Los versos escritos en color marrón, pertenecen al poema: "Alguien Libre" de W.H. Auden, sacado del libro: "W.H. Auden-Poemas".
Las frases escritas en color malva,  son de Vicente Ferrer, sacadas de su libro: "Vicente Ferrer-El Encuentro con la Realidad".



4 comentarios:

  1. Tienes mucha razón, cada vez hay más pobres que nos rodean, el peligro es que nos estamos acostumbrando a verlos.
    Demasiado real todo.

    Un abrazo.

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    Respuestas
    1. En el fondo somos unos inconscientes, porque lo que estamos creando a nuestro alrededor, no va a ser sólo para los demás.
      La mayor inversión que se puede hacer es crear bienestar para todos, porque eso genera más bienestar para todos.
      No entiendo que se esté celebrando el centenario de la 1ª Guerra Mundial, dando mensajes sobre que cosas así no deben repetirse, y luego estamos dejando morir de miseria a millones de personas. Ha cambiado el método, pero el resultado sigue siendo igual de letal.
      Gracias por tu visita. Recibe un abrazo.

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  2. Hambre. Practicamos cruelmente aquello de los ojos que no ven, corazón que no sufre.
    Y cerca de nosotros, la hay...
    Un abrazo, amiga

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  3. Nos acostumbramos a ver la miseria a nuestro alrededor como si fuera parte del paisaje. Nuestra ceguera vocacional nos lleva a un terrible aislamiento, pero no sólo de los que ahora están pasándolo mal. Al final, los que nos quedamos sólos somos nosotros.

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