Mi lista de blogs

lunes, 3 de noviembre de 2014

CON EL FRÍO EN EL CUERPO

"CASAS EN LA NIEVE NORUEGA"
De Claude Oscar Monet




Estamos acostumbrados a hacer ciertas cosas sin pensar. Y a veces damos por hecho que si no las hacemos nosotros mismos, hay alguien cerca que las hará por nosotros. Son simples gestos, actos cotidianos que parecen no tener importancia, pero que si nos olvidamos de hacerlos y aquellos con quien contábamos en principio que iban a hacerlo por nosotros, tampoco los hacen, se nos puede complicar mucho la vida. Esto es lo que le pasa al protagonista de la novela que quiero comentar hoy, y cuyo descubrimiento se lo debo a una buena amiga, que simplemente me dijo: tienes que leer este libro. Hablo de: "Una Semana en la Nieve" de Emmanuel Carrère.
La voz en off que nos cuenta la historia es la del propio protagonista, que ya adulto, recuerda todo lo que sucedió:
Siendo un niño de ocho años, va a pasar unos días con sus compañeros de clase, a una estación de esquí. Su padre le lleva hasta ese destino en el coche. Le deja con los que van a ser sus tutores. Cuando uno de ellos le va a acompañar hasta la que va a ser, a partir de ese momento, su habitación y le pregunta dónde está su equipaje, y el niño se percata de que no lo tiene, empieza su calvario.
Ya ven, parece una simple historia. Pero no lo es.
El niño está seguro de que su padre se dará cuenta que lleva su bolsa de viaje, con todo lo que necesita para una semana en la nieve, dentro del maletero. Y que cuando se percate de ello, se la llevará.
El autor de esta historia nos hace partícipes de los pensamientos del crío. De sus miedos, de sus inseguridades. Pero también de la capacidad de crear imágenes a través de su imaginación. O de la de rebobinar personajes y situaciones de los libros que ha leído. Y lo hace tan bien, que tú, lector, acabas sintiendo la misma angustia que el niño. Pero el niño no está sólo, claro. Y paralelamente al protagonista, se nos van presentando los actores secundarios, y los antagonistas.
El crío se siente en inferioridad de condiciones frente a sus compañeros. No sólo porque no tiene ropa para incorporarse desde el principio al grupo, ya que no puede ir a esquiar con ellos. Lo que más frágil le hace sentir ante los demás,  es el hecho de que su padre no se acuerde de su ropa, o lo que es lo mismo, que no se acuerde de él.
El niño necesita pertenecer a un grupo. Cuando ve que el no tener lo que los demás tienen le puede dejar al margen, busca un aliado que le introduzca en la manada, y quién mejor puede hacerlo que el líder, el más fuerte de todos ellos.  Pero para conseguirlo, tiene que hacerse atractivo ante la mirada de éste.  ¿Cómo lograrlo? Creándose una imagen que sea lo suficientemente atractiva para sus ojos. Si se gana al cabecilla,  tendrá a sus pies a todos los demás. Y si para ello tiene que decir una mentirijilla...
El señor Carrère ha sido capaz de crear una átmosfera de misterio, de tensión, de angustia. Juega con los personajes a través del niño. Pero sobre todo, juega con el lector, al que le va poniendo pequeñas pistas en el camino, como los guijarros que iba dejando tras de sí Pulgarcito, cuando sus padres le abandonan en el bosque. Un camino que está cubierto de nieve por lo que, no sabes hacia dónde va. Y unos guijarros que se van descubriendo según se avanza, como falsas pistas.
Casi al final, cuando crees que lo sabes todo, hace un pequeño corte en el tiempo regresando al futuro, que es en ese instante presente,  y lejos de perderte, lo que consigue es que te des de bruces con la verdad.
Cuando cerré el libro tras haber llegado al punto y final, sentí un frío en el cuerpo, que me acompañó durante varios días. Y les aseguro que no fue por la nieve.
Leánlo.

4 comentarios:

  1. No conocía este libro que comentas. Puede estar interesante. Tomo nota

    Un abrazo

    Luz

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es una novela bien escrita. El autor desde la mente de un niño, nos muestra la capacidad del ser humano para intentar adaptarse a las circunstancias, o para huir de ellas cuando es necesario.
      Me he dado una vuelta por los bosques decorados con tus haikus de otoño. Son un remanso de paz.
      Gracias por tu visita, Luz.
      Un abrazo.

      Eliminar
  2. Los pensamientos de un niño pueden ser un tortuoso laberinto. Un buen material para un libro. Por lo que dices hay sorpresa...
    Un abrazo, amiga paseante.

    ResponderEliminar
  3. Sí la hay. Esa siempre está aguardando cuando de temas que tienen que ver con la mente humana, se trata. Y si encima es la de un niño... No dejes de leerlo.
    Un abrazo para tí también.

    ResponderEliminar