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sábado, 12 de julio de 2014

JEFES CUALIFICADOS

Imagen sacada de Internet



Sabido es que cada vez se exige más a las personas que buscan empleo. Además de una buena presencia física, juventud y experiencia (estas dos últimas exigencias no dejan de ser un tanto contradictorias), se les pide que tengan una cualificación alta, incluso para ocupar puestos que no la requerirían. Eso sin contar con que el empleado sea, por supuesto, honrado y, lo más flexible posible en cuanto a horarios de trabajo. Vamos, que si está dispuesto a dormir y comer en la empresa, mucho mejor. Sin embargo, el empleado no parece tener derecho a exigir que su futuro jefe tenga también un nivel. Puede que esto dicho así suene a broma, pero lo digo muy en serio.
En el número de la revista "Tiempo" del 11 al 17 de los corrientes, en un artículo que sale publicado en la sección de Sociedad, se habla de los empresarios sociales. Se comenta el caso de varias personas que han decidido contratar en sus empresas a personas que, por circunstancias personales, se las ha ido apartando de la circulación laboral. En el artículo se comenta por ejemplo el caso de un empresario cántabro, Carlos Zamora, fundador junto con su hermana de la empresa De Luz y Cía, que tiene empleados como camareros en sus restaurantes a emigrantes, discapacitados intelectuales, gitanos, sordos, mayores de 60 años. Pero, y copio literalmente del arículo, "si ésto es atípico lo son más las condiciones de trabajo que ofrecen en un sector tan esclavo como puede ser el de la hostelería: Tenemos muy en cuenta las condiciones de los que tienen hijos: por ejemplo, les ofrecemos turnos, les damos vacaciones en Semana Santa o verano. La gente trabaja 40 horas a la semana y si hace extras, se les paga".
Pero hay más, mucha gente les decía que estaban locos cuando empezaron a contratar al tipo de personal que les he indicado arriba, que harían que los costes de dicho personal fueran muy altos. A lo que el señor Zamora dice: "Y es verdad que lo son pero aquí estamos, con una cuenta de resultados muy ajustada, que además facilitamos a cada empleado para que ellos entienda cómo va la empresa. Y además, en estos años en los que se han cerrado muchos locales, nosotros hemos crecido. Es verdad que mis costes de personal son altos pero en contrapartida mi rotación es nula, y la gente está contenta trabajando aquí. Esto último se traduce en la relación con el cliente, que lo nota y repite ..."

Me pregunto qué pensarán de todo esto esos otros "empresarios", los que se han dedicado y siguen dedicándose a contratar a trabajadores en condiciones que bordean la esclavitud. Los que son capaces de presentar una ERE debidamente "diseñada" para combatir su insaciable hambre de dinero fácil.
Lo que debería ser algo normal, como es el que un empresario fuera honrado y estuviera capacitado para llevar una empresa como es debido, se ha convertido en una especie de excepción y eso lo demuestra el hecho de que en el artículo arriba mencionado, se denomina a este tipo de empresarios como "sociales". ¿Acaso el ser un jefe como es debido es un favor o un servicio especial que sus empleados reciben? ¿No debería ser este modelo el imperante en nuestra sociedad laboral?
Creo que ya va siendo hora de que los empleados también empecemos a exigir cualificaciones a nuestros empleadores. Ningún trabajador honrado debería ofrecer sus servicios a personas que utilizan su empresas como tapadera para actos, tan fuera de la ley, como la explotación laboral.
Como trabajadora, yo también quiero que mis jefes estén a la altura de las condiciones que a mí se me exigen.

3 comentarios:

  1. «¡DIOS, QUE BUEN VASSALO! ¡SI OVIESSE BUEN SEÑOR!»
    En los tiempos del Cid y ahora...
    Hay dos teorías en el mundo laboral: una que supone que mientras más presionado y agobiado que esté el trabajador a rendir más, otra que considera que un trabajador motivado y feliz rinde más. Yo, por supuesto, estoy con la segunda consideración.
    Un jefe tóxico no aumenta la producción, todo lo contrario. Y en trabajos donde la materia es humana...es una catástrofe.

    Besos, amiga caminante, estoy contigo.

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  2. Corrijo; una que supone que mientras más presionado y agobiado que esté el trabajador va a rendir más.

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  3. Yo también estoy con tu segunda teoría Abejita. Lo que me da rabia es que una práctica como es la del respeto mutuo entre jefes y empleados, que debería ser la norma general, se trata como algo excepcional. Eso significa que hemos retrocedido siglos. Cuando leía el artículo de "Tiempo", me acordaba de impresentables como aquel constructor que cuando uno de los obreros que tenía trabajando "bajo cuerda" en su obra, se cayó del andamio, no le llevó al hospital porque no le tenía dado de alta en la seguridad social. Gentuza como ésta ahora están viviendo montados en el dólar. ¿Dónde estaban los inspectores de trabajo entonces? ¿y los sindicatos?
    A los explotadores se les debería convertir el dinero que han ganado con malas artes, en polvo.
    En cuanto al Cid, no podías haber elegido mejor ejemplo. Se le han hecho muchos honores últimamente, cuando lleva siglos muerto. Pero en vida, fue utilizado por aquellos señores a los que servía,sobre todo por su rey, para el que había conseguido más de una conquista, de manera miserable. Y luego, le expulsaron de la ciudad como si fuera un infectado.
    Te mando un abrazo.

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