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domingo, 20 de julio de 2014

CUMPLIENDO AÑOS FELIZ

Imagen sacada de Internet



Tal día como hoy, 20 de Julio, pero del año 1961 a las seis de la tarde de aquel jueves, una mujer ingresada de parto en la clínica de Barrantes en la ciudad de Burgos,  paría,  con ayuda de la comadrona doña Margarita, una niña. Habían estado esperando  a ver si podía salir por "sus propios medios", pero al final hubo que practicar una cesárea. Cuando la niña salió al mundo, según le dijeron después a la madre, venía con los ojos muy abiertos y moviéndo las manitas como si quisiera agarrarse al aire que dentro del vientre de su madre, ya había empezado a faltarle.
Va a ser una niña luchadora-dijo doña Margarita a la mamá-. Se nota que tiene ganas de vivir.
Después de hablarlo con su marido, decidieron que la niña llevaría el nombre de su abuela materna: Concepción, con el María delante, como era entonces obligado. Y fue un nombre bien elegido pues su significado: Vida, iba a ser de gran importancia para la recién nacida.
Esa niña era yo.
Hoy cumplo 53 añazos. Cada año, cada instante, desde el más diminuto hasta el más largo, me ha parecido un regalo, incluso los más duros, porque en esos momentos es cuando más he notado el cariño de algunos familiares y de mis amigos.  Por eso quiero compartir mi felicidad con todos ellos. Estéis donde estéis: Gracias por estar siempre cerca de mí.
A lo largo de estos años mi interior ha cambiado, ha ido creciendo. En cuanto a mi cuerpo, también se ha ido transformando. Mis rizos, que eran castaños, ahora son blancos. Alguna arruga se ha colado en mi cara. Y los michelines, campan por doquier que da gusto. Pero no me importa. No seré yo quien reniegue de estos últimos, sobre todo teniendo en cuenta, como decía un amigo mío, los dineros que nos cuesta mantenerlos. Y no me preocupan porque cada una de esas transformaciones dice que he hecho un recorrido, y creo que para bien. Ahora me siento más segura, más fuerte. Aunque también soy algo más sentimental según para qué cosas.
Además del gran tesoro que tengo en la gente que me quiere y acepta como soy, están mis fieles compañeros, los libros. De los que, como de la gente, cada día aprendo cosas nuevas. Y hay tanto por aprender.
Quiero compartir esta felicidad también con los que, de vez en cuando, dejan sus opiniones en mi blog, y con aquellos que aunque no dejan su opinión, sé que me leen.
Si todo esto es posible es gracias a una amiga que me empezó a meter en Internet, y me descubrió un nuevo mundo.
Durante estos cincuenta y tres años, he ido adquiriendo muchas cosas, pero también he perdido otras. Seres muy queridos se han quedado en el camino. De cuatro hermanos, yo soy la única superviviente. Medio en broma, medio en serio, le comentaba a una amiga hace no mucho, que a veces me siento  como el último mohicano.
Hoy es mi cumpleaños, y como cada día, me he puesto delante de un espejo que tengo en mi dormitorio, que me regaló una buena amiga, y me he dicho: Conchita eres cojonuda.
Hoy es mi cumpleaños. Estreno un año nuevo, y todo está por descubrir.

Como hoy empiezo una nueva etapa, he decidido cambiar el aspecto de mi blog,  un año nuevo requiere una imagen nueva. Espero que les guste.

2 comentarios:

  1. Y lo eres, aunque tus gónadas sean de otro tipo.
    Mira por donde me entero que hoy es tu cumpleaños. ¡Felicidades!
    Te había echado menos edad, a pesar del pelo canoso que envejece un poco. Tu rostro es muy juvenil...
    Doña Margarita sacó fuera a medio Burgos, la recuerdo mayorcita comprando hilos en Domiciano para hacer punto de cruz en las guardias. Me da la impresión que tuvo una jubilación corta. Mi hermano nació con la famosa comadrona que vaticinó: este niño va a ser muy fuerte. Yo nací en la clínica del Carmen, con una comadrona anónima que, según mi madre, era mayor, muy mayor...una bruja.
    En 1961, ya correteaba yo por el Espolón, con mis cuatro añitos. Tal vez fue aquel verano cuando me perdí en medio del burgalés paseo, lleno de gente, y sentí, por primera vez en la vida, la sensación de haberme quedado sola. ¿Sola? Los que leemos y paseamos..solemos ser solitarios.
    Culta, sensible y superviviente, así es Concepción. Y sigue con la misma fortaleza
    Un abrazo muy grande..

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  2. Hola Abejita, no sabes lo que me ha cargado las pilas el haber leído tu amable comentario. Hay un adjetivo que es demasiado grande para mí, el de culta. Disto mucho de serlo. Pero lo que sí tengo son unas enormes ganas de aprender cada día cosas nuevas.
    Me ha encantado la historia de tu hermano y el relato de cuando te perdiste por el Espolón. Ese paseo ha sido testigo del paso de un montón de generaciones.
    Hoy aprovechando que la mañana estaba más fresquita, me he ido hasta la playa. El aguacero de ayer le ha venido bien a la hierba, que estaba exuberante.
    Gracias por tu amabilidad y cariño que siento cada vez que me escribes. Te envío
    un abrazo muy grande.

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