Mi lista de blogs

jueves, 19 de septiembre de 2013

¿ADÓNDE SE HAN IDO TODOS?




Ultimamente me siento un poco sóla en algunos sitios. Echo de menos a algunas personas en algunos lugares. Seguro que alguien lo puede asociar a esa especie de melancolía que entra cuando se ve cerca el otoño, pero no, no es eso. El otro día, sin ir más lejos, entré en un café de esos que están decorados con un toque bohemio. Mesas de mármol, lamparitas de luz cálida sobre ellas. Las paredes forradas de madera del mismo color que el suelo. Todo parecía perfecto. Me senté en una de las mesas libres y esperé. Y esperé, y esperé y, esperé... Cansada de que no pasase nadie a atenderme, me acerqué a la barra donde estaba un chico y antes de que le dijera nada, me comunicó que no servían en las mesas. En ese momento me vinieron a la mente algunos de los camareros con los que solía hablar cuando, al traerme la consumición, apoyaban la bandeja en la mesa y me preguntaban qué tal me iba. El tiempo se detenía durante unos minutos, hablábamos de todo un poco. Que si el tiempo no acompaña, que si cómo se están poniendo las cosas de duras.
Voy a la biblioteca pública de mi ciudad. Es un edificio reformado en el que todo huele a nuevo.  Escojo un libro de la zona de narrativa, cuando voy a dárselo a la funcionaria que está en un mostrador, me dice que debo dirigirme a una maquinita que han puesto, que siga las instrucciones que me indican en la pantalla, y en caso de tener alguna duda,  que vuelva a preguntarla.  En cuanto me planto delante de ese frío artefacto,  se me disipan las dudas y hasta las ganas de coger el libro.
Hace unos días fui al cine con unas amigas. Nos habíamos retrasado y cuando entramos en la sala de proyección, ya habían apagado las luces y estaban mostrando los trailers de los próximos estrenos. Todo estaba oscuro. Instintivamente busqué al acomodador. Missing. No había nadie. La reacción inmediata fue sacar algún móvil y con la luz del mismo, intentar averiguar cúales eran nuestra fila y butacas. Después de varios empujones y de molestar más de la cuenta al resto del público, conseguimos sentarnos.
Cada vez los edificios son más amplios, hay más espacios abiertos en todos lo lugares, pero cuando miras a tu alrededor ves eso: vacío. No hay gente, me refiero a la gente que supuestamente debiera estar en esos lugares para dar información, para ayudar a quien lo necesitara, o simplemente, para llenar esos espacios de calidez.  Y me pregunto ¿será que ya no hay colas de gente en las oficinas del paro esperando un trabajo de camarero, funcionario, acomodador y un laaaargo etc. ?
¿Adónde se han ido todos?

No hay comentarios:

Publicar un comentario