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sábado, 21 de mayo de 2016

LAS HOJAS SECAS DE LA PRIMAVERA

Imagen sacada de Internet


Ayer en algunas calles de Burgos había mucha actividad. Idas y venidas de furgonetas llenas de flores. Esta mañana temprano el aire  traía su olor. Todo lo impregnaba  un aroma que parecía transportar también el color de las flores que lo desprendían. 
Se acerca el fin de Mayo. Altas temperaturas, libros llenos de subrayados y esquinas de hojas dobladas. Mayo mes de repaso de apuntes, nervios de exámenes. Las carteras de algunos estudiantes parecen ahora más pesadas. Como pesadas resultan las prendas de abrigo. Mes de Mayo y las golondrinas ya han llegado. Como todos los años nos anuncian el verano que está, como quien dice, a la vuelta de la esquina. Los mirlos, tempraneros como ellas, hacen de agradable despertador anunciando que amanece.
Todos los años se repiten, como un ritual,  los cambios del paisaje. La tierra se cubre de verde. Las flores extienden, en un ejercicio de explosión, los vivos colores que han estado preservando del frío invierno.
Esta mañana temprano la ciudad olía a flores y a poco que mirases a tu alrededor, descubrías alguna de ellas colgadas de fachadas de antiguos edificios. Otras, colocadas en forma de centros de jardín zen alrededor de alguna que otra fuente.
En un céntrico paseo de la ciudad había también una exposición de múltiples colores. Éstos impresos en papel con forma de libro. Es la Feria. Los libreros exhiben desde sus casetas, aquellos títulos que creen pueden ser atractivos para cualquier persona con ojos avizores de lector. 
Escritores que esperan que se acerquen a ellos "fans" de su obra literaria, o posibles futuros admiradores que han comprado ese primer título para intentar conocerles a través de su historia escrita.
Esta tarde he estado paseando por la Feria del Libro. De una de las casetas he visto que salía un conejo que perseguía a un reloj, ¿o era al revés? y que decía que llegaba tarde, siempre tarde.
En otra se asomaba la figura sombreada de un Quijote por el que parecía no haber pasado los años. Desde un templete salía la voz de una mujer que escenificaba, verbalmente, un cuento para los niños que tenía frente a ella. Todos parecían atentos, con ganas de colaborar cada vez que la mujer les pedía que repitiesen alguna de sus frases. Y lo hacían, a grito pelado, con todas las fuerzas de sus pequeños corazones.
Jardines urbanos, pájaros, libros. Mes de Mayo. Luz, calor, colores, olores. Gente, mucha gente. La ciudad  llena de vida. 
Esta mañana temprano una leve y fresca brisa traía consigo olor a flores. El aire perfumado se ha llevado el resto de los tonos otoñales. Las únicas hojas secas que se ven, son las de los libros. Libros llenos de historias que esperan volver a tomar vida a través de la mirada de los curiosos y apasionados lectores.

4 comentarios:

  1. Mayo por fin mayea en nuestra fría ciudad. Huele a lilas y el mirlo canta borracho de bayas fermentadas y de amor. Hojas secas las de los libros que son puerta de primaveras que otros vivieron. Una entrada de colores. Besos amiga caminante.

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    1. Me ha gustado mucho lo de la borrachera de los mirlos. Eres una poeta.
      Las lilas, junto a los tulipanes siempre han sido mis flores favoritas.
      Un abrazo grande, compañera de paseos.

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  2. Libros, flores y paseos. ¿Podemos pedir más?

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    1. Uy sí. Tiempo, mucho tiempo para disfrutar de todo eso.
      Un abrazo.

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