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sábado, 11 de julio de 2015

LAS CUENTAS DEL TENDERO

"ESCENA CALLEJERA
CON PANADERIA"
De Jacobus Vel



Estos días en los que nos llegan noticias por todas partes de lo revolucionada que está la enconomía mundial, me han venido a la mente recuerdos de hace muchos años. Una de las imágenes que tengo grabada en mi memoria es la de la tienda de ultramarinos que había cerca de la casa donde viví siendo niña. En una entrada de hace algún tiempo, ya les conté que esta tienda estaba regentada por tres hermanos. Eran tiempos difíciles en los que no faltaban las necesidades,  aunque sí el dinero para poder cubrirlas. Más de una vez los tenderos, como se llamaban entonces a los que estaban tras el mostrador, tenían que apuntar en una libreta lo que doña Mengana, o don Fulano, dejaban a deber.
Como tengo que bajar a por alguna cosa más que me ha faltado de pedir, ya te pago todo -decía la tal Mengana, intentando con una sonrisa, disimular el apuro que estaba pasando.
No te preocupes, mujer, hay confianza -contestaba el tendero intentando quitar hierro al asunto.
Y era verdad. Había confianza porque, al final, todos pagaban.
La contabilidad del tendero era sencilla, rústica incluso si se quiere decir. Pero recta y justa. Consistía sencillamente en apuntar el nombre del deudor y al lado, la cantidad que éste debía. En el momento en que se pagaba dicha cantidad, se tachaba de la libreta tanto el importe, como el nombre de la persona que lo había dejado a deber. Si el deudor tenía algún problema, bajaba a la tienda y daba la cara ante el tendero, pidiéndole que le diera algo más de plazo. Éste solía concederlo y  el deudor solía cumplir su parte, pagando cuando el segundo plazo había vencido. Si se daba el raro caso, que en esos tiempos era raro, que alguien no pagaba su deuda, por supuesto, no se le concedía  ningún préstamo más. Cabía otra posibilidad, que quien estuviera pidiendo crédito en la tienda, no tuviera medios para pagarlo en el momento de pedirlo, ni espectativas de tenerlo en un futuro próximo.  Si el tendero conocía esta circunstancia, le hablaba al cliente con claridad y con respeto, advirtiéndole que era mejor que no engordara más su deuda, incluso llegado el caso, le echaba una mano abasteciendo su cesta de la compra, sin cobrarle nada. Más de una vez oí esa sencilla y sabia frase de: "Hoy por mí, mañana por tí". Ahora nadie concibe que en alguna tienda se vea una escena parecida. Los tiempos han avanzado, la tecnología nos ayuda día a día. Todo ha evolucionado. Todo, incluso las deudas, que se han hecho mayores y más numerosas. Por eso es tan importante la constante ayuda de los Bancos, siempre dispuestos a facilitarnos la vida. Su contabilidad no es la de un tendero, por supuesto. Ellos son tecnócratas por eso no les ha importado nunca conceder créditos, incluso a aquellos que sabían que no podían devolverlos.
Como he dicho anteriormente, todos estos recuerdos me los han traído a la mente las constantes noticias sobre la precariedad de la economía de algunos países. Y, quizás en mi ignorancia, me he preguntado ¿tan difícil es llevar la contabilidad mundial? Vamos a verlo.
Ahora mismo hay varios países en Europa que están endeudados hasta las cejas. Quien peor lo tiene es Grecia, pero no nos olvidemos que España tampoco está para tocar las castañuelas.
Una de las frases que salen más a menudo de la boca de los líderes de los países que ahora se consideran potencias mundiales, es que hay países europeos que no están cumpliendo con las expectativas que se les exigen. Uno de los países que exigen esas "expectativas" a los demás, es Alemania. Este país ahora se ha convertido en Acreedor, pero los líderes de ese país no deberían olvidarse que en su momento, ese país fue Deudor del resto de Europa.  Sí, ya sé que me dirán que eso fue hace muchos años, que se les condonó la deuda, y que, pelillos a la mar. Por eso precisamente, no hay que olvidarlo. Si a ellos se les perdonó su deuda, ¿por qué ellos ahora no hacen lo mismo con los demás? Es tan sencillo como calcular la cantidad que Alemania dejó a deber, más los intereses que el impago de dicha cantidad hubiera generado hasta la fecha, y esa cantidad se divide entre los países que ahora lo están pasando tan mal como ellos lo pasaron entonces, y se les descuenta de lo que deben.
Otra de las potencias que exige cumplir las expectativas a los más humildes países europeos es Estados Unidos. Me van a permitir el atrevimiento pero, ¿no es cuando menos grotesco que un país como éste que ha estado beneficiándose de ayudas de la Comunidad Europea, ayudas que, dicho sea de paso, hubieran necesitado mucho más países del tan mal denominado Tercer Mundo, venga ahora a exigirnos alcanzar "expectativas"?
Es verdad que parte de la ruina de algunos de los países europeos se debe a la malísima gestión de sus políticos, y a la lacra de la corrupción, pero de eso ¿también hay que hacerles deudores a los ciudadanos de a pie de esos países? ¿Lo lógico no sería que se les hiciera devolver el dinero a quienes se han quedado fraudolentamente con él?
Las ahora llamadas Potencias Mundiales lo son, en parte, gracias a las ayudas de países más humildes que ellas, ¿no es de bien nacidos ser agradecidos? Aunque parezca utópico o cosa de locos, no lo es. Es la sencilla contabilidad del tendero, su sencilla y sabia teoría: "Hoy por mí, mañana por tí". Es en suma, la teoría de cualquiera que tenga memoria  y, sobre todo, un poco de vergüenza.

4 comentarios:

  1. La economía del tendero tenía corazón, es la diferencia.
    Amnesia desvergonzada la de esa gran potencia.
    No hace tanto que yo vi apuntar en un cuaderno de tendero, era un pueblo y allí todo el mundo se conoce, en la ciudad sería impensable.
    Serías una buena economista...con corazón.
    Besos amiga caminante.

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    1. Aunque parezca absurdo, el humanismo es tan necesario para la economía y la política, como lo es la inteligencia. A no ser que se trate de exterminar a parte de la humanidad. La evolución no sólo debe darse en la tecnología.
      Cualquier persona mínimamente sensible a los problemas de los demás, sería capaz de hacer una buena economía. Lo otro, lo que estamos viendo ahora, es sólo egoísmo y prepotencia.
      Un abrazo grande, compañera de caminos.

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  2. Muy triste la situación, porque parece que la economía de "estos señores", los que nos manejan aunque no los hayamos votado, es incompatible con las verdaderas necesidades de las personas que sólo quieren vivir de su trabajo. Lo del euro, un timo que nos está costando caro.

    Abrazos.

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    1. Utilizaron el cambio de la moneda para inflar precios y desinflar salarios. El resultado ha sido la ruina de muchas personas y algunos países. Y encima han estado ofreciendo "prestamos" como solución a un problema que ellos mismos habían creado, sabedores de que no los iban a poder devolver.
      La economía debe estar al servicio de la gente y no al contrario.
      Un abrazo.

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