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sábado, 13 de septiembre de 2014

BOTICA PARA EL ALMA

"ARRASTRE DE LA CAPTURA"
De John Charlmers






Hay momentos en que necesitas una ayuda para levantar el ánimo. Hay quien en esos casos, recurre a la herboristería o incluso a la farmacia para que le recomienden vitaminas que le haga recuperar la energía. Yo suelo recurrir a la botica de toda la vida, la librería donde le pido a mi librera-amiga que me busque un libro que me envuelva de belleza. Ella pone en marcha su disco duro donde tiene almacenados títulos y títulos que ha leído, y me empieza a hablar de uno y de otro. Ese rato ya de por sí es curativo.
Uno de esos días bajos me sugirió el título que quiero comentar hoy: "Entre Cielo y Tierra" de Jón Kalman Stefánsson". No sé si fue por esa necesidad que tenía de oir palabras bonitas, el caso es que cuando lo empecé a leer, fue como entrar en el Paraíso.  En esta novela el autor nos cuenta la historia de un grupo de hombres que se dedica a la pesca, pero en un tiempo en el que se salía a la mar con una simple barca de remos. Si a eso se añade que la historia está ubicada en Islandia, la cosa se complica.
Todo empieza cuando un hombre y un muchacho se dirigen hacia una cabaña donde tienen que reunirse con otros hombres que, como ellos, esperan a embarcar para faenar en el mar. Ahí empezamos a saber algo de ellos, porque cada cual lleva su pequeña-gran historia sobre sus hombros. El hombre que va con el muchacho se llama Bárdur. Ambos tienen algo en común, aparte del oficio al que se dedican, su afición a los libros. Y ese elemento, la literatura, que el autor de esta novela utiliza magistralmente, es lo que hace de esta historia que es dura, como lo es la mar con los hombres que se atreven a intentar arrancarle cualquiera de sus criaturas, se convierta en una creación poética.
Una barca de seis remos en mitad del mar exige de los hombres que llevan esos remos una perfecta coordinación, nadie puede salirse del sitio que le corresponde porque eso puede costarle el alto precio de su propia vida o de la de cualquiera de sus compañeros. Todos lo saben, así que cuando alguien intenta moverse, aunque sea por una causa justa, se lo impiden, incluso por la fuerza si hace falta.
El señor Kalman nos habla de la dureza de la vida en el mar. Como éste no tiene compasión ni de jóvenes ni de viejos. Cada arañazo que da, arranca presa humana. Su fuerza curte cuerpos y almas. La mar es para hombres valientes o desesperados.
Alrededor de los pescadores hay otros personajes. Algunos se nos presentan junto con los protagonistas, en la propia cabaña. Otros nos los traen los recuerdos de algunos de ellos.
El amor por la literatura que el autor siente se nota no sólo en su forma de narrar, es delatado por la voz de alguno de los personajes, como por ejemplo la madre del muchacho que va con Bárdur:
"...le reprochaban su sed de conocimiento, pero aprendió a leer observando mientras enseñaban a los niños de la granja, y luego leía todo lo que llegaba a sus manos, que era bastante, pese a la probreza y la indiferencia de la casa. Y fueron la lectura y el afán de conocimiento lo que unió a sus padres, ambos carentes de medios pero que con esfuerzo consiguieron liberarse del trabajo servil  y comprar su propia granja..."

"Éramos incorregibles. No pensábamos más que en libros, en aprender, nos llenábamos de emoción y nerviosismo en cuanto nos enterábamos de un libro nuevo interesante, imaginábamos cómo sería, hablábamos de su posible argumento durante las noches, cuando ya dormíais. Y luego lo leíamos por turnos, o juntos, cuando conseguíamos hacernos con él, si lo conseguíamos, o al menos una copia."

Esta novela habla de vida y de muerte. De madurez, de recuerdos. Se siente frío al leerla. Notas la sal del mar cuando vas avanzando por sus líneas. Pero lo que perdura cuando la has terminado es la belleza del lenguaje que el autor ha puesto en ella.
Como dice el propio Bárdur en un momento de la historia:
"Las palabras parecen aún capaces de conmover a las personas, es increíble, quizá la luz no se haya apagado del todo para ellas, tal vez quede alguna esperanza, pese a todo."

Si en algún momento se sienten tristes, cansados. O si simplemente necesitan vitaminas para el alma, no lo duden, lean este libro y respirarán la limpia y salvaje brisa del mar.

2 comentarios:

  1. Me parece sentir la brisa del mar, y la sal también, y el frío. Así de bien lo has contado, siento la piel pegajosa que te deja el aire del mar. Seguro que el libro hace justicia a tus palabras.

    El hambre de saber es un don que no todo el mundo tiene. Y hay gente con tanta hambre qe no se sacia nunca. La lectura es una medicina para el alma de los letraheridos como tú y yo; pero algunos tienen la puerta cerrada a esa botica, a cal y canto. Y es una pena, los profes tratamos de motivar, de condimentar el sabor del saber; muchas veces nos sentimos impotentes.
    Queda esperanza.
    Un abrazo, amiga.

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    1. Esta tarde precisamente, he estado hablando de este tema con una amiga. Ahora parece que interesa más estar a la última de medios que preocuparse de los contenidos.
      Los profesores tenéis un duro trabajo que hacer para motivar a los chicos a la lectura, con todas las luces de neón que tienen alrededor para entretenerles. Puede que algunos no os hagan caso, pero siempre surgen otros que sí os escuchan, que sí quieren aprender. Por ellos, no hay que rendirse. Además con la pasión que tú le pones, tienen que estar muertos para no dejarse arrastrar.
      Un abrazo, amiga caminante.

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