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sábado, 20 de septiembre de 2014

CAMBIO DE LUZ

"TERRAZA DE CAFÉ"
De Franz Bernard Gailliard




Según mi calendario, el próximo día 23 será el solsticio de Otoño. Todo va cambiando a nuestro alrededor. Los colores y las texturas de las prendas que llevamos se mimetizan con la luz otoñal. Parece que todo se torna en marrones, grises y negro. Como si vestirse de rosa en esta estación fuera retar a las flores que ya se van cerrando en sí mismas, guardando su colorido para una próxima explosión primaveral.
Todo en la naturaleza parece recogerse, pero la gente se resiste a dejar la calle. Ahora se han puesto de moda las terrazas de invierno. Lo que en Burgos, con nuestros inviernos, no deja de ser una heroicidad.
Tiempo también de lecturas ¿cúando no?
Hoy traigo un libro que se quedó conmigo aunque en principio iba destinado a otra persona. A veces ocurren esos milagros. Su título: "Contra el Fanatismo" de Amos Oz. Sobre el autor no puedo decir nada más que es grande, muy grande. Hace de la palabra una herramienta de aprendizaje. Porque el señor Oz nos enseña en cada una de sus líneas. Y lo hace con claridad para que todo su conocimiento, su experiencia, lleguen a cualquiera que se detenga a leerlo. En este libro se incluyen varias conferencias que este autor dio en su día.
Amos Oz advierte que no es tan difícil llegar a ser un fanático pues, y copio literalmente:" la semilla del fanatismo brota al adoptar una aptitud de superioridad moral que impide llegar a un acuerdo."
Y añade más adelante: "Creo que la esencia del fanatismo reside en el deseo de obligar a los demás a cambiar."
La literatura -nos dice el señor Oz-, contiene un antídoto contra el fanatismo mediante la inyección de imaginación.
Otra medicina que nos presenta este autor contra el fanatismo es el sentido de humor. "Con él puede que además uno sea parcialmente inmune al fanatismo".
Destaca el infantilismo en el que parece vivir nuestra sociedad actual y nos habla de la necesidad de llegar a un compromiso para cambiar las cosas.
En la última parte del libro titulada "Sobre el Goce de Escribir y el Compromiso" nos cuenta, entre otras cosas, cómo llegó a ser escritor. Y lo que le ha ayudado el hecho de crear diferentes personajes, a ser capaz de ponerse en la piel del otro.
Este libro está salpicado de anécdotas, de experiencias duras, algunas, divertidas otras.  Y de cómo a este escritor la literatura le ha ayudado a ser capaz de ver distintos puntos de vista de una misma situación. Le ha ayudado a crecer.
Este comentario es muy pobre frente a la grandeza de la obra de Amos Oz. Lo único que puedo decirles es que lo busquen en bibliotecas o librerías. Leánlo por favor.

Llega el Otoño. Cambia la vestimenta de la naturaleza y la nuestra. Es tiempo de buscar un rincón tranquilo, abrir un libro y quedarse a vivir durante el tiempo que se pueda, en la isla de sus páginas. Cuando alcemos la mirada, quizás hayan caído algunas hojas de los árboles. El paisaje habrá cambiado, como va cambiando ya el tono de su luz. Al acabar nuestra lectura, nosotros también habremos cambiado, porque seremos un poco más sabios.

8 comentarios:

  1. Cambia la luz y el color y cambian nuestros hábitos cotidianos. Las hojas caen y también...las castañas pilongas. Buscar un rincón tranquilo en esta ciudad nuestra tan rica en árboles, un placer. Si el libro es bueno, como ese que me indicas, placer de dioses. Inmunizarnos contra el fanatismo, un efecto en el que no había pensado; pero es verdad. Siempre que los libros no sean tan bien fanáticos, que los hay desgraciadamente, y sirvan para confirmar en sus ideas a los fanáticos. Tengamos cuidado con el que dice poseer toda la verdad, que cada uno tenga su verdad y la exprese libremente.
    Un abrazo, amiga paseante.

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  2. Corrijo: "Siempre que los libros no sean también fanáticos..."

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  3. Es importante la puntualización que haces en tu comentario. La pluma puede ser también un arma de dos filos, pero para eso está la inteligencia del lector. Si hay algo que te aporta la lectura son las preguntas que al final de ella te haces. El cuestionarse cosas a raíz del conocimiento de un texto, te hace buscar más respuestas en otras fuentes que pueden ser incluso opuestas a la de esa primera lectura, y esa búsqueda junto a la criba que tú, lector, vas haciendo, te lleva a una conclusión. Aunque ésta pueda no ser tampoco definitiva, y la búsqueda continúe...
    No me digas que no es apasionante.
    Un abrazo, amiga caminante.

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  4. No puedo evitar esbozar una sonrisilla cada vez que leo la palabra Otoño. Me gustan tanto este tiempo del año. Este momento de recogerse en casa cuando empieza a anochecer más pronto, de preparar la mantita que va a acompañar nuestras lecturas a partir de ahora y el cargamento de chocolate a la taza… Es mi estación favorita y la vivo como una niña que vuelve al colegio :)
    Me encanta que entre reflexiones, compartas con nosotros tus buenas lecturas. Apuntadísimo queda pues Amos Oz. ¡Un abrazo!

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  5. Según iba leyendo tu comentario iba pensando lo que nos parecemos los seres humanos unos a otros. Nos hacen felices más o menos las mismas cosas. Que suelen ser las más pequeñas. Tú lo has descrito de una forma muy cálida. Hace falta muy poco para ser feliz. Una taza de chocolate caliente, una mantita que nos aisle del frío que traemos de la calle, y un buen libro. Si además tenemos cerca a alguien con quien compartir las sensaciones que la lectura nos va creando, eso es lo más parecido al Paraíso.
    Un abrazo, Marie.

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  6. Según lo cuentas parece muy interesante, este tema siempre atrae, y seguro que está muy bien escrito. Procuraré hacerme con él, porque de este autor leí hace tiempo "Una pantera en el sótano" precioso libro también maravillosamente escrito, ambientado en la época de la delaración del Estado De Israel, en la mirada de un niño-adolescente judío. Un libro que no olvidé.

    Un abrazo.

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  7. El título que mencionas lo conozco. Recuerdo que al leerlo me recordó algunas cosas de mi propia niñez. Es lo grande de la literatura, que nos hace ver que a pesar de las distancias físicas y de costumbres, somos muy parecidos unos de otros. Amos Oz es un buen comunicador.
    Un abrazo.

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