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jueves, 1 de mayo de 2014

SOBRE MONSTRUOS Y OTRAS AMENAZAS

"NINFA LLORANDO"
De Jean-Jacques Henner



Acabo de terminar de leer el libro titulado "Los Monstruos que nos Habitan" de Javier Martínez Gracia. Este es uno de esos libros que cuando lo has leído, te das cuenta de que tienes más dudas que al principio. Es un libro que te obliga a hacerte preguntas, a cuestionarte cosas que tenías por seguras.
El autor nos habla de cómo las diferentes corrientes de pensamiento que a lo largo de la historia se han defendido,  han ocasionado una serie de cambios en la sociedad, en su economía, en su política, en sus leyes. Y lo hace introduciendo pensamientos de poetas, filósofos, pintores.
En los tiempos que ahora nos toca vivir, lo que prevalece es un indivualismo que nos ha llevado a nuetra propia anulación. Parece que no tenemos control sobre nada. Estamos perdidos en el aislamiento en el que nos ha sumido nuestro egoísmo. En el capítulo "El Endeble Hombre Posmoderno", el autor dice (y copio textualmente):
En el orden psicoterapéutico, por ejemplo, la consigna que , sobre todo en los libros de autoayuda, viene a dar expresión a lo que se entiende como remedio universal es la que recomienda "sentirse a gusto con uno mismo", eludiendo el trato con todo aquello que la circunstancia haga asomar como conflictivo o preocupante.
En el último párrafo de ese mismo capítulo el autor nos explica con toda claridad:
El resultado antropológico final ha sido la aparición del hombre endeble, del hombre flojo, frágil, feble, pusilánime, blandengue, timorato, inseguro... indiferente. En suma, del hombre incapaz de adentrarse en las zonas de sombra de la vida que también son la vida, inepto a la hora de enfrentarse consecuentemente al mal, a la desgracia, solo diestro cuando de lo que se trata es de huir de ellos o desatenderles. Lo que ha descendido, por lo tanto es el nivel de alerta, de atención a los eventuales peligros que acechan en la vida y, consiguientemente, de todos los recursos que hemos visto que tales inquietudes ponían en marcha, la inteligencia incluida (no hay más que ver el grado de infantilización y de banalización a que han llegado la televisión, el cine, la lectura de libros y la cultura en general).
Incorporando las palabras del filósofo alemán Hegel (l770-1831), en un capítulo anterior, nos dice:
Los intereses particulares se apropian las fuerzas y facultades que antes estaban consagradas al conjunto.

A poco que reflexionemos nos podemos imaginar a dónde nos está llevando todo esto. Si encima ese individualismo se convierte en herramienta de trabajo de personas como, por ejemplo, los políticos, que se supone deberían pensar en el bien común, lo que tenemos es un caldo de cultivo para que otros ejerzan el poder en su lugar,  que es exactamente lo que ahora mismo están haciendo los grandes grupos financieros.
Si siguiera extrayendo todos los fragmentos del libro del señor Martínez Gracia que me parecen  interesantes, acabaría por copiar aquí el libro entero. Sólo voy a añadir uno más, por aquello de acabar con un tono de esperanza. En el Epílogo, el autor del libro que les comento, transcribe entre otras, las siguientes palabras de Le Bon (psicólogo social, sociólogo y físico francés-1841/1931):
"(Ese pueblo) no saldrá de la barbarie sino cuando, después de prolongados esfuerzos, (...) haya adquirido un ideal. Poco importa su naturaleza."

Si usted es de esas personas a las que les gusta plantearse cuestiones de todo tipo, lea este libro.

2 comentarios:

  1. Los libros de autoayuda nos ofrecen la felicidad del imbécil. Ser feliz con una sonrisa de oreja a oreja, pase lo que pase, aunque los demás sean infelices, no importa, tú sonríe.

    Enfrentarnos a las sombras de la vida, es lo que hay. Y fuerza.

    Besos, amiga.

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    1. Me ha encantado tu comentario, Abejita. Es importantísimo que la gente se dé cuenta que las cosas no se hacen por arte de magia, que hay que esforzarse. Que el esfuerzo, al final, trae recompensa. No tan rápida como a veces desearíamos pero la satisfacción que te deja cuando, después de haber estado luchando, ves que sí ha habido un fruto, eso es algo impagable.
      Los que os dedicáis a la educación tenéis un papel importante. Pero gran parte de la base tiene que venir de la familia.
      No nos debe dar miedo vernos tal cual somos: imperfectos. Pero con una capacidad de aprendizaje y de lucha, que sólo vamos a descubrir cuando empecemos a hacer uso de ella.
      Y sobre todo no dejarse manipular por tanto "iluminado". Los miedos, que se los coman ellos.
      Un abrazo grande.

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