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jueves, 27 de febrero de 2014

¡ C A R N A V A L!





Frente a lo que la mayoría cree, el carnaval no es para vestirse de tal o cual personaje, sino para desnudarse. Para quitarse de encima el disfraz que llevamos puesto el resto del año. Para hacer caer las máscaras múltiples que nos ponemos al salir de casa cada día, y dejar que salga nuestra verdadera personalidad. Porque, seamos sinceros, ¿quién no se ha puesto alguna vez sobre la boca una sonrisa que no le apetecía en un momento concreto esbozar? ¿hay alguien que pueda afirmar que siempre lleva puesto lo que le apetece, que nunca ha tenido que "vestirse" como obligaba la ocasión?
¿Cúantos de nosotros podrían decir que son quienes quieren ser, las veinticuatro horas del día? Pues eso es el carnaval. Un  streptease en toda regla. Y en ese desnudarse unos sacan la fiera que llevan dentro, otros, su lado más sensible. Los hay que aprovechan el maquillaje para reirse de todo lo que se menea. Y los que se pintan una lágrima sobre el rostro, como símbolo de la tristeza que les ha estado anidando dentro.
Las calles parecen un patchwork de múltiples colores.
Todo es movimiento. Saltos, risas, bailes.
Por aquí aparece una marquesa. Por allí, un león de impresionante melena. Apoyado en una farola vemos a Superman, deseando quizás  que se despeje la plaza, para alzar el vuelo. Y controlándolo todo, está doña Parca. Con su  guadaña bien afilada, esperando que algún descuidado le mire a la cara, le reconozca, y del susto, se valla con ella al otro barrio.
Cada uno lleva el disfraz que puede y como puede. Todo vale. Para lo único que hay que tener profesionalidad es para llevar la máscara. Llevarla con tanta naturalidad, que parezca nuestro propio rostro. De eso quienes mejor saben son los miembros de la clase política. Aunque bien podrían decir que ellos nunca han usado una máscara. Y no mentirían. De lo que ellos hacen uso cada día es de más cara. Y de la dura, además.
¡Feliz Carnaval!.

2 comentarios:

  1. Después de los escritos de Larra sobre el Carnaval yo ya no puedo ser inocente en mi visión de esta fiesta...
    Te he contestado a tu amable intervención en mi entrada del jueves. Te copio aquí lo que te he respondido:
    DORCA´S LIBRARY: Te animo no solo a seguir comentando en La Acequia sino también en los blogs de aquellos que siguen la lectura. Te animo también a que sigas comentando en las entradas de los jueves porque no todas tienen que ser elogiosas ni todas tienen que tener un mismo formato, es totalmente libre. Este club es abierto y mientras se guarde el respeto puedes hacer todo tipo de comentarios. No puedo comprender la lectura de otra manera, ni al lector moderno.
    En cuanto a la selección de libros quizá porque lleves poco tiempo siguiendo La Acequia no hayas coincidido con mis requerimientos para que se hagan sugerencias. El único requisito es que estén escritos en español y que se procuren alternar propuestas de autores vivos con autores ya fallecidos. Cualquier género, cualquier época, cualquier país. Me resulta muy difícil pensar que no puedas hacerme llegar alguna sugerencia para leer entre todos. Eso sí, te pido que sean sugerencias que puedan encontrarse en el mercado fácilmente -en papel o libro electrónico- porque el blog lo siguen desde fuera de España. Si repasas la lista de lecturas que hemos llevado a cabo -la tienes en la columna de la derecha- puedes observar la variedad de la que te hablo.
    Anímate a proponer. De todas las formas, no tienes que sentirte forzada a seguir todas las lecturas propuestas.

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  2. He visto tu respuesta a mi comentario. Quizá no me expliqué bien. La única condición de los títulos del Club es que estén escritos en español. Sé que algunos lo entienden como una limitación, pero quiero leer a los autores en su idioma. Esto no quiere decir que no considere importante leer a autores extranjeros traducidos, pero esto es algo que podemos hacer fuera de la propuesta. Quiero que en el club podamos comentar también el estilo y esto es difícil en una traducción. Para mí el estilo es tan importante como el argumento. Quizá sea un defecto de mi condición de profesor...
    Conozco varios de los libros que mencionas. De Zweig hubo un tiempo que fui un apasionado -aunque no todo de él tiene el mismo interés.
    Seguro que encuentras propuestas en español que hacerme llegar.

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