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jueves, 17 de marzo de 2016

FUERA DE RUTAS COMUNES

"Vista Interior del Apartamento de un Conocedor,1994"
De Phillipe Casanova


Sólo cuando la vida nos absorbe esos pequeños momentos que eran nuestros, nos damos cuenta de lo importante que eran esos pedazos de libertad. Un poco de tiempo para meter la cabeza en un buen libro. Otro rato para sentarse delante del ordenador y teclear aquello que te ha producido sorpresa, tristeza, alegría, tal vez  rechazo. O simplemente un momento para dedicarse a la bendita tarea de no hacer absolutamente nada. Ese es el verdadero lujo: el tiempo. Es tan poco lo que necesito: un lugar confortable envuelto en la luz del sol, una buena butaca, quizá una chimenea cerca, por si el frío quisiera adueñarse de la estancia y... tiempo. Llevo retraso con mis lecturas, sólo la poesía parece ser capaz de atrapar mi mirada. La contundente brevedad de algunos poemas. La precisa descripción de un estado de ánimo en apenas dos versos. Apenas un par de versos sirven para comprobar que no estás tan sola, que ahí fuera hay más gente como tú que se hace las mismas preguntas, que no se conforman con las respuestas de siempre.  Oxigenas los pulmones con la belleza poética y de nuevo tus pies tienen gasóleo suficiente para continuar el camino. Un camino que parece vallado para que no te salgas de la ruta. Pero cuando llevas en la cabeza trazos de una lectura reciente, ni ella, ni tus pies, aceptan caminos trillados. Necesitan su propio recorrido. Aunque sea a contracorriente. Aunque tu elección sea errónea y acabes en caminos más pedregosos, de terreno menos seguro, de más largo recorrido. Da igual, porque lo que te dicta la ruta, tu ruta, es el instinto animal, alimentado por el ansia de libertad. Como dice uno de los personajes de "Entre Cielo y Tierra" de Jón Kalman Stefánsson, que en su día comenté:
"... para vivir hace falta más, la vida es un viaje largo y complicado, vivir  es preguntar".

En contra de los que piensan que la poesía sacia, yo creo que da hambre. Cuando empiezas a leer, quieres más.
Ayer entré en mi vieja librería para cargar la tarjeta del autobús y le dije a la librera a lo que iba. 
En realidad -comenté- he entrado para oler a libros. 
Ella me sonrió porque sabía perfectamente a lo que me refería. Hay veces que necesitas comprobar que aquello que te gusta sigue ahí, aunque no tengas tiempo o medios de conseguirlo. 
La vida nos impone obligaciones y, a veces, hasta compañías que no deseamos. Pero nadie puede ponerle bridas a una mirada que busca. Y mis ojos siempre miran más allá del horizonte impuesto. 
Mientras entre cielo y tierra haya poesía, haya historias contadas por gente que recorrieron caminos similares a los que hemos elegido nosotros, queda esperanza. Las palabras escritas a veces son:
"LA VÍA DE LA SALVACIÓN"
Qué puedes tú saber
Cuando el saber está fuera de aquí
Qué sabes tú desear
Cuando estás ligado
Qué poder deseas tú

Dos barras y dos cabezas
Dos sillas y dos muros
Dos vigas y dos puertas
Por los que buscan
Y por los que oran
Una caja y una línea
Por los que bostezan
Y por los que sueñan

Una puerta una sola
Para aquellos que encuentran
El camino que lleva fuera del hueco.

Werewere Liking (Camerúm)
(Sacado del libro: "Voces Africanas"
Edit.Verbum



6 comentarios:

  1. Unos versos y son suficiente. Allá vas a tus obligaciones, eres fuerte amiga. El olor a libros da fuerza.

    Besos, adelante.

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    1. La belleza expresada en palabras, aunque éstas sean a veces un grito de dolor, te hacen sacar fuerzas de donde sea, porque piensas que si tú lo estás pasando mal, hay otros que lo están pasando igual que tú o peor, y encima son capaces de escribir un verso. Ésos sí que tienen valor.
      El olor a libros es como esos canapés que sirven para abrir el apetito antes de una buena comida. La buena comida es lo que esos libros contienen.
      Siempre hacia delante, amiga de caminos.
      Un abrazo.

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  2. Me gusta mucho esa idea. La novela llena, la poesía da hambre. Qué buena definición.

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    1. Es lo que tenéis los poetas, que a golpe de versos nos llenáis la cabeza de cuestiones que necesitan respuestas, eso hace que sigamos buscando para saciar nuestro hambre de saber.
      Un abrazo, Pedro.

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  3. Perdona, que no había visto tu respuesta, amiga de caminos.
    "Poesía necesaria, como el pan de cada día", como dijo Gabriel Celaya.

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