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viernes, 13 de junio de 2014

LA INTENSA BREVEDAD DE ALGUNOS POEMAS




"Ventanas en la Noche"
de Edward Hopper





Hubo un tiempo en que estaba en contacto con los actos culturales de Burgos, tales como presentaciones de libros. Eran tiempos en que los días se podían dividir en momentos para el trabajo y momentos para el ocio. No sé cómo fue ocurriendo que los "momentos" se fueron reduciendo, me refiero, claro, a los que estaban reservados al ocio.
Uno de esos lujosos días del pasado, fui a un acto de lectura de poesía. Se declamaban poemas de escritores burgaleses.
Terminado el acto, algunos de los asistentes nos reunimos en el mismo salón donde se había llevado a cabo la lectura, y estuvimos comentando. Llegado el momento, cuando se me preguntó cúal de los poemas me había gustado más, yo, inocente, le dí al chico que me había preguntado, y que conocía desde hacía algún tiempo, el título de dos o tres poemas. Uno de ellos -le expliqué- no había conseguido entenderlo del todo,  pero me había atraído desde el principio. Parece -le comenté- como si el poeta escondiera un secreto que no quisiera  que saliera a la luz y, sin embargo, lo intentase decir entre líneas. No sé qué tiene este poema -le dije- que me tiene atrapada. Y tampoco sé quién lo ha escrito, porque firma como "Anónimo".
Cuando alcé la vista, vi que él me sonreía y su mirada era un tanto inquietante.
Es mío -confesó.
Y yo en ese momento no supe dónde meterme.


He leído un libro titulado: "Echo al Fuego los Restos del Naufragio" de Pedro Ojeda Escudero.
Tuve conocimiento de su edición por el propio autor, que lo comunicó en su blog "La Acequia", blog al que soy asidua. Me gustan los comentarios de diversos temas que deja en él.  A veces sólo es una frase, pero es de las que te dan vueltas en la cabeza, te hacen mover las neuronas. Eso es porque son frases de vida, con vida.
Quiero resaltar dos de las composiciones que incluye en el libro y que me han sugerido, en el caso de la primera, alguna escena cotidiana, y el cuadro que encabeza esta entrada, de Edward Hopper.  La segunda me ha remitido a una imagen que la lectura de un relato me creó en su día.
A continuación copio, literalmente, la primera:

Te intriga la luz del vecino a estas horas de la madrugada.
Hasta que te das cuenta de que tú también estás despierto
y con la luz encendida en la ventana esperando, sin más, a que amanezca.

Y aún faltan unas horas.

Cuantas veces, paseando de noche, o al acercarme a cerrar mi balcón, he atisbado una luz encendida en una ventana de algún edificio cercano,  e inmediatamente la imaginación se me ha puesto en marcha. Cada ventana iluminada encierra una historia. Basta con que te percates de esa luz.

La segunda es ésta:

Qué pequeños los héroes cuando los conocemos.

Quizá por eso en algunas almas no hay espejos.

Nó sé por qué cuando la leí, mi mente sacó del disco duro de los recuerdos, la imagen que la lectura  del libro "El Retrato de Dorian Gray" de Oscar Wilde me sugirió entonces, y que aún estaba ahí, agazapada.
Lo curioso es que después de haber elegido estas dos composiciones, me di cuenta que estaban, de alguna manera, relacionadas. ¿No les ha ocurrido nunca que la buena imagen del vecino del edificio de enfrente se ha hecho cenizas cuando, sin querer, le han sorprendido en una escena o con un aspecto algo más descuidado de como suelen verle en la calle, haciéndose entonces más "pequeño" a sus ojos?
Aunque, ahora que lo pienso bien, quizás hemos sido nosotros quienes hemos empequeñecido al ver, en esa escena, como en un espejo, nuestra propia imagen.

A partir de ahora, por si acaso, miraré si hay alguien observándome, antes de encender la luz.

Ya les dije que lo que escribe Pedro Ojeda, hace activar las neuronas. Nos pone frente a nosotros mismos, con la facilidad que tienen los que conocen las miserias del alma humana.

Este libro sí tienen que comprarlo, porque es bueno y porque al comprarlo, se colabora con una buena causa. Si entran en el blog de Pedro Ojeda, mencionado arriba, tendrán más información sobre cómo adquirirlo.

5 comentarios:

  1. Te contesto con una cita del Quijote:
    "La poesía, señor hidalgo, a mi parecer es como una doncella tierna y de poca edad y en todo estremo hermosa"
    Tierna, hermosa y se nos queda en el corazón, así es la buena poesía.
    Me gustan esas ventanas de Hopper.
    Besos, amiga.

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  2. Abejita, tú sí que sabes cómo tentar a la gente para que lea el Quijote.
    Me gusta la frase que has elegido para ensalzar la poesía. No podía utilizarse mejor metáfora.
    Un abrazo.

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  3. Gracias por tus palabras. Estos textos breves en los que comento la soledad, esa soledad verdadera o la desolación de lo que llevamos dentro son también mis favoritos. Un beso.

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    1. Pedro:
      No me he dado cuenta, y te he respondido directamente en tu correo.
      Saludos.

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