Niños jugando al fútbol en una playa de Brasil
(Imagen sacada de Internet)
Vaya por delante que a mí el fútbol no me ha llamado nunca la atención. Ni el verlo, ni leer sobre los acontecimientos que tengan que ver con dicho deporte. Así que ya se pueden imaginar que para que yo lea un libro sobre fútbol, tiene que tener algo especial. Eso me pasó con el libro que les voy a comentar: "El SentimientoTrágico de la Liga" cuyo autor, y causa primordial de que yo lo leyera, es nada menos que mi muy admirado Fernando Iwasaki Cauti.
La edición que yo tengo (sí, aunque no puedan creerlo me lo compré), data del año 1995. Si después de tantos años me ha vuelto a la memoria, es por el tan cacareado Mundial de Fútbol, que este año se celebra en Brasil, y las noticias que, a raíz de los preparativos en ese país para dicho Mundial, se han producido. Noticias como el desalojo de personas sin recursos, de sus chabolas. Sabido es lo feo que hace en un país que va a recibir a gente de todas partes del mundo, las pruebas que la pobreza deja a la vista. Así que en lugar de combatir dicha pobreza, que es lo que sería lo lógico, lo que se les ha ocurrido a las autoridades, ¿competentes? de ese país es: combatir a los pobres.
El capítulo "La Liga de los Niños del Brasil" del libro arriba mencionado, comienza así:
"Hubo una época en que la Liga española tuvo acento porteño, un coro de chalchaleros y una luna tucumana. Eran los días del arco iris hispano, cuando España y no Miami era la Meca de todo latinoamericano de pro. Entonces no exigían visados y bastaba que alguien afirmara descender de un emigrante peninsular para merecer el respetuoso apelativo de "oriundo". ¿Dónde nació su abuelo?, le preguntaban los periodistas al melenudo delantero centro el día de su presentación: Y...en el Celta de Vigo, ¿viste?, respondía el pibe. Ello era suficiente para que se abrieran las puertas de la hospitalidad hispana y los "oriundos" prosperaron. En cambio, desde el V Centenario en España ya sólo quedan "sudacas" y los eslavos -que son buenos, bonitos y baratos- han reemplazado a los antiguos jugadores de ultramar.
Hay que ver cómo han cambiado las cosas desde entonces, sobre todo, en lo que al "peso" que tiene España ahora mismo a nivel mundial.
Más adelante, refiriéndose a alguno de los jugadores brasileños que jugaban en la liga española decía:
"En cambio, Romario fue uno de los tantos "niños del Brasil": si no hubiera sido bueno con la pelota lo habría sido quizá con la navaja. En cualquiera de los dos casos, siempre hubiera vivido en peligro. ¿Cúantos Romarios habrán ejecutado los escuadrones de la muerte en Río de Janeiro?"
Siempre que en algún país se comete abuso de poder, hay alguien dispuesto a denunciarlo públicamente, y el resto, y en esto las cosas no han cambiado tanto, a callar y a mirar hacia otro lado. Algunos de los que forman parte de ese "resto" que responde con su más absoluta indiferencia ante semejantes injusticias, son los responsables políticos españoles.
Claro que para compensar, debe ser, está esa especie de justicia divina que, a veces, pone a cada cual donde se merece. Quizás por eso en el primer partido de la selección española, ésta perdió 1- 5 frente a Holanda.
¿Será que, como decía mi abuela: Dios castiga y no da voces?
A veces el deporte salva un niño de la desolación de su barrio. Pero cuántos quedan detrás sin que prestemos atención...
ResponderEliminarPor eso es importante que en lugar de centrar las ayudas sólo en el deporte, lo hagan también en la educación. Así podrían llegar más lejos más chicos, aunque no metiesen goles.
ResponderEliminarSaludos.
No entiendo ni quiero entender de fútbol. El abrir camino a los niños que valen debía ser un objetivo prioritario. Y no sólo para dar patadas.
ResponderEliminarMe dicen que quieren entregarte unas coplillas procedentes del club de lectura...
Besos amiga caminante
Hola Abejita:
ResponderEliminarLo de dar oportunidades a los chavales por medio del deporte está bien, pero lo principal es no olvidar que reciban una buena educación académica porque eso es lo que a la larga, les va a servir.
Me supongo quien te lo ha dicho. Si quiere que me deje el recado en mi correo y quedamos para que me las dé. El domingo si hace bueno,intentaré "escaparme"con mi mochila.
Un abrazo.