Autorretrato de Van Gogh
"Puede haber un gran fuego
en nuestra alma, y, sin embargo,
nadie viene a calentarse en él,
y quienes pasan a su lado sólo
ven una voluta de humo."
Extracto de una de las cartas que Van Gogh escribió a su hermano Theo, hablándole de su soledad. (Sacado del libro "Vincent Van Gogh" de Jen Green. Editorial Blume).
En mi entrada anterior titulada "Cómplices", sugería la lectura de unos cuantos títulos con motivo del día del libro. Pero en esa pequeña lista, faltaba uno que no pude incluir, porque no había terminado de leerlo. Ahora que lo he hecho, puedo sugerir, incluso aconsejar, que lo lean. Se trata del libro "Mi Cabeza Me Hace Trampas-Historia de un Trastorno Bipolar", escrito por Carlos Mañas, de Auga Editora. En él nos describe el Trastorno Bipolar, como una enfermedad crónica que se manifiesta a través de cambios caprichosos del estado de ánimo, desde la extrema euforia hasta la más produnda tristeza.
Me temo que al hablar de este libro no voy a ser nada objetiva. En primer lugar porque, sin conocer al autor personalmente, siento ya una gran admiración por él. Pienso que es una persona muy valiente. Se ha atrevido a hablar públicamente de su enfermedad, cuando la mayoría intenta ocultarla, muchas veces como el mismo autor nos dice, por la presión social. Esa que nos obliga a ser igual que los demás, como si eso fuera posible. Pero es que además al hablar de la bipolaridad desde dentro, nos da una información muy útil para todos. No sólo para aquellos que puedan tener a alguien entre sus más allegados que sea bipolar, porque todos, en algún momento de la vida, nos podemos encontrar con una persona con esa enfermedad, porque todos, en algún momento de nuestra vida, podemos llegar a padecerla. Lo que nos explica el señor Mañas es en qué consiste dicha enfermedad, las crisis por las que las personas que la padecen pasan, y cómo las viven. La indefensión de esas personas al verse bloqueadas por esas crisis, y lo importante que es que reciban el apoyo, el cariño de los que les rodean.
Nos da pautas de comportamiento, aconsejándonos qué debemos hacer y qué debemos evitar hacer.
Explica cómo a veces los medios de comunicación contribuyen, con su forma de redactar sucesos en que están implicadas personas con problemas mentales, a que la sociedad haga un juicio de ellos generalizado, y les vea como una amenaza social.
Habla del desamparo legal que las personas con una enfermedad mental pueden llegar a sufrir, olvidándose en muchos casos, de los derechos que tienen.
Habla del día a día de una persona que tiene que luchar con una parte de ella misma que no controla, y del miedo que esto puede producirla hasta llegar a anularla. Y parte de ese miedo lo crea la propia sociedad, como antes he comentado, que desde la base de la educación que da a los ciudadanos, alimenta la inseguridad en ellos mismos. Y lo dice en frases como ésta:
"Toda educación recibida en el marco de la docilidad, obediencia y miedo excesivo estimulan la baja autoestima." (página 25).
También habla de las obligaciones que los políticos tienen en materia sanitaria y concretamente en temas de salud mental. Y lo dice así de claro:
"Estamos exigiendo al ciudadano de a pie una pureza de comportamiento mucho más estricta de la que dan ejemplo nuestros gobernantes. Es necesario menos conato político y más amplitud de miras. La política sanitaria debe ser el reino de las formas al tratar temas tan delicados como la salud mental. La simbiosis mental y física sólo se puede llevar a cabo gracias a un enfoque competente de temas éticos en un marco institucional, ajeno a la exhibición del dolor y la agonía." (página 21).
Este es un libro que todo el mundo debería leer. Y lo único que lamento es que no se hubiera escrito antes.
Este es un libro que todo el mundo debería leer. Y lo único que lamento es que no se hubiera escrito antes.
Libros como el que ha escrito el señor Mañas, nos abren los ojos hacia una realidad que está ahí por mucho que no queramos verla.
Hay enfermedades que pueden destruir a un individuo. Pero nada destroza más a toda una sociedad que la ignorancia.
Gracias señor Mañas porque con su valentía, nos ha dado una lección de vida.
Nota: Entre los personajes famosos que se mencionan en el libro arriba comentado, está Vicent Van Gogh.
Pasó el tiempo de los manicomios, los temas psicológicos y psiquiátricos han dejado de ser tabú y sin embargo no vemos al mismo nivel una enfermedad mental que una pierna rota o una pulmonía. Siguen estigmatizados los padecimientos que no tienen lugar del cuerpo donde señalar, habría que señalarlo todo. Hacen falta libros como ese.
ResponderEliminarVan Gogh fue un enfermo mental genial.
Besos, amiga paseante.
Hasta que no ves a alguien cercano sufriendo una enfermedad de este tipo, no te das cuenta de lo frágiles que somos, de lo fácilmente que puede darse eso que llamamos "perder la cabeza". El ritmo de vida que nos han impuesto es un campo abonado para este tipo de enfermedades. Ojala se hubiera escrito este libro antes, pero aún así, quedan muchas personas cerca de nosotros a los que poder ayudar, y a los que poder intentar comprender.
EliminarQué importante es tener información.
Un abrazo amiga caminante.