"LOS JUGADORES DE CARTAS"
De Caravaggio
En estos días me ha venido a la memoria una película que vi hace un tiempo, titulada: "La Vida Mancha". En ella se nos contaba la historia de Fito (papel interpretado por el actor Juan Sanz), un ludópata que se jugaba lo que tenía y más. Fito estaba casado con Juana (interpretada por Zay Nuba), que trabajaba de administrativa, e intentaba sobrevivir con lo poco que Fito no quemaba en el juego.
En una de las escenas, Fito acaba de perder, como casi siempre, una cantidad de dinero. Al salir de la parte trasera del bar donde se reunía con otros a jugar, le pide al que regenta el local que apunte lo que debe, más la copa que se acababa de tomar para pasar el mal trago de la pérdida. El dueño del bar enseguida coge el bolígrafo y apunta la deuda. Pero si ésta ascendía, por poner un ejemplo, a 50 €, lo que él anota son 80 €.
Se pueden imaginar el chollo que tenía el dueño del bar y los otros que jugaban con Fito, que estaban de acuerdo con el primero, cada vez que había partida. Fito no acababa de pagar su deuda nunca. Porque aunque alguna vez ganase, que se cuidaban muy mucho los otros de que fuera en alguna rarísima ocasión, cuando perdía, siempre se le "engordaba" la cantidad, con lo cual, la historia no acababa nunca para el pobre incauto.
Todo cambia cuando aparece en escena su hermano mayor, Pedro, (interpretado por José Coronado).
A raíz de la crisis que estamos sufriendo, nos llega el machacante discurso de la enorme deuda que España ha contraído con otros países. Y yo me he estado preguntando:
¿hay algún ciudadano de a pie que conozca la cifra exacta de nuestra enorme deuda y exactamente a quién se le debe? No hace mucho se mencionaba a China como uno de los países con los que España tiene contraída parte de esa deuda. Pero, ¿se sabe exactamente a cúanto asciende esa deuda y el porqué?
¿Es posible solicitar a algún organismo que nos muestre el estado actual de nuestra contabilidad nacional? Lo mismo que Hacienda nos exige que le contemos toda nuestra vida, ¿no sería lógico que los ciudadanos hiciéramos lo mismo con los responsables de los Presupuestos Generales del Estado? Al fin y al cabo, estamos hablando de nuestros dineros.
¿Es posible que algún día logremos saldar esa enorme deuda totalmente? ¿se saldaría, en el supuesto caso, de que se juntasen todos los salarios de todas las personas laboralmente activas? Me temo que la respuesta es NO.
Y, por último, ¿no nos estarán haciendo igual que al pobre Fito, el de la película que arriba les he comentado?
Todas estas preguntas nacen de mi absoluta ignorancia sobre cómo se está gestionando la economía de mi país. Ignorancia que no se debe a falta de interés por mi parte en estar informada. Por eso pregunto. Quizás haya alguien que pueda aclararme todo esto.
Ayer fui a tomar un té a una cafetería. Como la mujer que me lo sirvió no tenía mucho que hacer, se puso a hablar conmigo. Me contó que a sus cuarenta y dos años, y debiendo todavía parte de lo que tenía que pagar por el piso que se compró, no ha tenido más remedio que montar su negocio, con la ayuda de una hermana, e intentar salir adelante como pudieran, porque la otra opción que tenía era quedarse en casa y cogerse una depresión.
Estaba desesperada. Desde que hemos abierto -decía-, no hemos hecho otra cosa que pagar impuestos de todo tipo. No levantamos cabeza. Montamos esto con mucha ilusión y esfuerzo, pero no tenemos ayuda de ningún tipo y encima nos achicharran a pagos por todos los lados. Y mientras tanto, oyes en la televisión las cantidades que los políticos manejan, traen y llevan, como si de un paquete de kleenex se tratara.
¿cómo se atreven -preguntaba indignada-, a quedarse con todo y burlarse de nosotros como lo hacen?
Y los banqueros, que se han quedado hasta con la casa de muchas personas, y encima les siguen pidiendo dinero. ¿Es que no han pagado ya con la casa?
Si una persona me dejara al cuidado de un dinero suyo, lo guardaría y, procuraría no perderlo. Y mucho menos, gastarlo sin su consentimiento, para que cuando me lo volviera a pedir su dueño, estuviera en el mismo estado en que me lo dejó. ¿Por qué unos señores que se suponen preparados para llevar los asuntos económicos y políticos de una país, se permiten el lujo de derrochar, cuando no de "desviar", un dinero que toda una nación les ha confiado?
Este es un país lleno de buena gente. Gente con ganas de trabajar. Con ideas. Con ilusiones que se les ha ido arrancando a golpe de traiciones políticas. Lo que a los españoles nos mancha no es la vida, es esa deuda que, algunos políticos con su incompetencia, y otros, con su sinvergüencería, han convertido en interminable.
P.D. Les recomiendo que vean "La Vida Mancha", magníficamente dirigida por Enrique Urbizu y con guión de Michel Gaztambide.
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